sábado, 8 de diciembre de 2018

TIEMPO PARA

Vuelvo al blog y empiezo a escribir mientras suena esta canción y al mismo tiempo estoy pensando en otra (Tiempo Para de Mürfila, gracias siempre, Diana).


Tiempo, eso es lo que yo quiero, tenerlo. No sabéis la de veces que me he sentado en el estudio, he abierto el portátil con el objetivo de escribir en el blog y he acabado enviando un email a mis alumnos, redactando un tema de Bachillerato para Selectividad, o como anoche, escribiendo una entrada para el blog del insti rozando la medianoche.

Este curso, como diría mi amiga Espe, "el trabajo me quita mucho tiempo", y no es una frase hecha, sino una realidad. Tengo unos horarios rarunos, lunes y martes trabajo pocas horas en el insti y muchas en casa, porque de miércoles a viernes casi no tengo tiempo para nada y no tengo ningún hueco. En fin, un rollo que tampoco os voy a contar aquí. La cuestión es que el trimestre se me está haciendo demasiado largo, y que aunque al principio quise abarcar muchas cosas, he tenido que ir renunciando a algunas.

Como ejemplo de ello, me matriculé en la EOI de Málaga para la obtención del C1 en francés, y comencé a ir, estando encantada con las clases, la profe y los compañeros, el poco tiempo de asistencia lo he disfrutado mucho. Pero resulta que ir desde aquí a Málaga sin conducir implica una logística tremenda (también conduciendo, pero menos), dependiendo de BlaBlacar y de autobuses con una escasa regularidad, lo cual me suponía, primero vivir en la angustia de encontrar la forma para ir (a veces también con el turno de coches de mis compis que trabajan aquí y viven en Málaga), luego la forma de volver, quedarme tirada alguna que otra vez, y ocupar en ello la friolera de siete horas de mi jornada, para asisitr a una clase de hora y cuarenta minutos de duración. Así que me ha tocado posponerlo, que no renunciar, con bastante pena al principio, pero ilusionada con poder llevarlo a cabo el curso próximo, por supuesto, a ser posible, sin vivir aquí.

A la vida activa no he renunciado, y sigo yendo a natación, saliendo a caminar (o al menos yendo y viniendo al trabajo a pie) y haciendo bicicleta, porque de hecho es lo que me salva de no caer en la ansiedad. A menudo también luego tengo que ir por la tarde al centro de trabajo. En fin, que no está siendo un año fácil a nivel laboral. Me comen los papeles y la burocracia que no me dejan tiempo para lo que realmene me gusta, que es dar clases y prepararlas bien.

Nanette, la perrita que adoptamos a principo de curso, me hace también desconectar, porque quiere jugar, porque hay que sacarla a pasear, y como es más lista que yo, a veces cuando estoy sentada frente al ordenador o corrigiendo exámenes es ella quien me acaba sacando a mí, y eso me viene muy bien. Adoptar una mascota es la mejor decisión que he tomado en mucho tiempo. Eso sí, también es cierto que desde que la tenemos, solo un fin de semana (el anterior) hemos hecho una escapada, a Madrid concretamente. Otros días nos hemos escapadao a Málaga o hemos salido al campo a darle un paseo, y por supuesto sí que salimos por los alrededores. Aún es pequeña, ni siquiera ha cumplido los seis meses, y está costando dejarla sola en casa. Ahora que viene la Navidad se avecinan días complicados, en lo que a visitar a mi familia se refiere, porque en casa de mis padres "la perra no puede entrar", mi madre no quiere animales en casa (y la he de respetar) y a mis sobrinas la sola visión de un perro les produce un terror desmesurado. Ya veremos como vivimos estos días. Iba a escribir un post llamado "Mi familia y otros animales" como el divertidísimo libro de Durrell, pero no pretendo que nadie se tope con él y se me ofenda (más).Y es que a mi familia, en el sentido extenso (padres, tíos, hermana, primos) también le supone un problema que yo no coma carne. Es difícil lidiar con estas situaciones.

No quiero daros la chapa, quiero ir volviendo al blog, porque es un espacio que me gusta y porque disfruto escribiendo. Ideas tengo en el tintero, y post pendientes que prometí publicar hace mucho también. Libros, recetas, o las dos exposiciones que me inspiraron la escapada madrileña. Tengo en la cabeza la idea de escaparme de nuevo en enero, quizás en solitario, y menos precipitado, y sería genial poder coincidir con quienes no ha podido ser en esta ocasión (con quien sí, también).

Tengo la sensación de tener muchas cosas a medias, el chal que estoy tejiendo, que parezco Penélope por el tiempo que llevo, retomar la costura, tengo telas preciosas pero me falta organizarme. Lecturas que me apetecen mucho y se me acumulan (me duran los libros una eternidad). Pero me consuela y me ilusiona haber sacado hoy este ratito, y lo que queda del día, para mí. Sé que me esperan un par de semanas moviditas, pero una vez terminen tendré dos semanas de vacaciones, para escaparnos (que también está previsto), para leer, para pasear, para disfrutar y para no hacer nada de nada.

Se admiten sugerencias sobre temas que tratar en el blog (Conchy, lo de la calabaza lo tengo en mente), y sobre todo me encantaría saber cómo abordáis vosotros los períodos así, qué hacéis para desconectar.