martes, 29 de enero de 2019

OTRA DE POTINGUES DE UNA BEAUTY VAGA

Hace algún tiempo hice esta entrada sobre mis descubrimientos potinguiles, y os hizo gracia y os gustó a partes iguales, y aquí estoy de nuevo para contaros mis últimos hallazgos en este sentido.

Voy a empezar con este trío de ases de Lush que ya lleva un tiempo formado parte de mi rutina, y que son el champú sólido Trichomanía, que va genial para mi pelo seco y rizado, compro un trozo del tamaño que veis en la foto, pido que me lo corten en dos, uno para casa y otro que llevo en su latita a la piscina, huele fenomenal, cunde mucho, ahorro espacio y plástico y deja mi pelo ideal y sin que me pique el cuero cabelludo.

El tónico Eau Roma Water creo que ha salido a en alguna entrada, para mí se ha vuelto un básico imprescindible, lo cambié por un tiempo por otro similar de la marca Abril pero no me convence (aún me queda un poco y lo estoy tratando de gastar). Me deja la piel muy bien tras la limpieza y tiene un aroma suave y relajante. Además tiene un precio muy bueno.


Y mi limpiador facial preferido, el Let The Good Times Roll, viene en un cómodo formato, tiene una textura increible, un olor muy rico y deja mi cara estupenda por las mañanas para recibir potingues posteriores.

La única pega que le pongo a estos productos es que no hay establecimiento de Lush ni donde vivo ni cerca, y no siempre me compensa lo que hacer un pedido en la web, así que aprovecho siempre para reponerlos cuando viajo.


Siguiendo con el rostro, agradezco a Diana, de Entre brochas y paletas, que recomendara esta bruma facial de Freshly Cosmetics. He de decir que al principio no me pareció para tanto y la veía algo cara, pero la tengo desde octubre y aún me queda y la calma y el buen tono que aporta a mi piel bien lo merece. Combino el tónico anterior y esta bruma y lo cierto es que estoy muy contenta con el resultado. Hay noches que tras la limpieza no pongo nada más que esta bruma y al día siguiente mi piel aparece con muy buen tono.


Vamos con los ojos, siempre estoy cambiando de máscara de pestañas y muy pocas me acaban covenciendo mucho tiempo, tengo unas pestañas larguísimas pero casi invisibles (por finas) y muy escasas. Vi esta de L`Oreal en el blog de alguna chica y en cuanto pasé por un Primor me hice con ella, tiene un precio muy adecuado y me va estupendamente, me da mucho volumen, como anuncia su nombre, así que estoy repitiendo con ella.


En cuanto a hidratación, de manos particularmente, me encanta esta crema, que es de Lidl y que no sé si hay en Lidl España, aunque espero que sí. La compré en un viaje por Europa en invierno, con mucho frío, tenía las manos peladas y entré en el primer sitio que vi y compré esta crema. Me regeneró las manos enseguida, pero me parecía muy densa, sobre todo para este clima y estas latitudes, pero con el frío la he vuelto a rescatar, me la pongo antes de dormir y está en las últimas. Así que espero encontarla en una próxima visita a Lidl.


Aprovecho que estoy con las manos para continuar con estos dos esmaltes de uñas. Aviso: me pinto las uñas muy pocas veces, pero cuando lo hago me gusta que me dure y no se queden desconchadas al primer movimiento. Para colmo soy bastante torpe con esta labor, pero con estos dos pintauñas es muy fácil, primero porque tienen un pincelito pequeño que va muy bien para que me pinte la uña y no el dedo, y luego porque seca rapidísimo, así que no tengo que estar mucho rato quieta esperando, y si encima  y debajo de la capa de esmalte ponemos una de base transparente el resultado será bastante duradero. Y ninguno de los dos llega a los 3 €. Uno es de Rimmel y otro de Maybelline, que creo que en la foto no se aprecia.


Y el útimo de estos hallazgos es el bálsamo labial Rêve de miel de Nuxe, es muy denso y huele muy rico, es bastante untuoso y no lo veo para estar aplicándolo en la calle, pero aplicado por la noche antes de dormir (como la crema de manos) regera muchísimo los labios. Me lo ha regalado una amiga, porque tenía los labios muy quemados por el frío y ya ni el Carmex ni la barra de Eucerín me hacían nada,  y este tarrito de Nuxe ha sido una cura fantástica.


¿Qué usáis vosotros? ¿Algún producto que merezca la pena compartir o conocer? 


viernes, 25 de enero de 2019

MIS MEJORES LECTURAS DE 2018

2018 ha sido un año bueno en cuanto a lecturas, no por cantidad sino por calidad, ha habido muy pocas cosas de las que he leído que no me hayan gustado. Empecé a esbozar esta entrada pensando en el título de mis 5 lecturas favoritas, pero era una cifra que se me quedaba corta, y si este es mi espacio quién soy yo para ponerme límites, así que aquí van esos libros que más he disfrutado, por diversos motivos, a lo largo de este pasado año. Conste que no suelo incluir aquí ni lecturas de trabajo, ni sobre nutrición o recetas o en francés para mi formación.

1- Cometas en el cielo. Khaled Hosseini. 

Es ya una lectura que tiene sus añitos, yo había visto la película y este era uno de esos libros que llevaba tiempo en el Kindle, hasta que un día me animé, y la disfruté mucho, a pesar de su dureza. Básicamente narra la historia de Amir y Hassan en el Kabul de la década de los 70. A mí me parece une lectura imprescindible y actual, fue llevada al cine por Marc Foster, con este mismo título, por si os da pereza el libro, siempre os quedará la peli.

2- Voces de Chernóbil. Svetlana Alexievich. 

Una lectura dura, y a veces escalofriante. Es más una crónica periodística, una serie de relatos basados en la entrevista que la autora hizo a supervivientes de esta conocida tragedia nuclear. Pone los pelos de punta, pero es una lectura, a mi juicio, bastante necesaria para esclarecer lo que allí ocurrió y determinar responsabilidades, pero no es una lectura agradable.


3- El monarca de las sombras. Javier Cercas. 

Me parece raro hasta a mí, pero nunca había leído nada de Javier Cercas, empecé con Soldados de Salamina, que me encantó, y después no pude resistirme a continuar con esta, que sería casi una segunda parte de aquel. Ambas me gustaron, pero esta lectura me removió muchas cosas personales. Extraordinaria.


4- El color de la leche. Nell Leyshon. 

Un libro sorprendente y diferente desde el principio. En su momento escribí esta reseña. Y mi amiga Espe, esta otra.

5- El año del pensamiento mágico. Joan Didion. 

Si hay un libro que me conmovió es este. No es un libro fácil, trata sobre la dificultad para aceptar las tragedias que sobrevienen sin que lo esperemos, sobre superar la pérdida, los cambios, y lo cuenta a raíz de su experiencia tras la repentina muerte de su marido. Grande Joan Didion.


6- Ordesa. Manuel Vilas.

No sé qué voy a decir yo de Ordesa que no se haya dicho ya. Es el mejor libro de 2018 según Babelia, y en mi ranking particular también está el primero, compartiendo espacio con otros dos que aún no he citado. Desconozco por qué edición va ya, pero son muchas. Ordesa es al mismo tiempo una memoria íntima de la España de la Transición y del propio autor tras la muerte de su padre. La prosa de Vilas es de una belleza tremenda, y el libro tiene momentos en que es como estar en la cabeza de alguien que no deja de pensar paridas, esos pensamientos automáticos, a veces molestos, que uno quisiera eliminar pero están ahí con ese run run, y Vilas nos acerca a los suyos.

7- Prohibido Nacer. Trevor Noah. 

Se anuncia como unas memorias del racismo en clave de humor, y vaya si lo son. Yo, que soy de las que piensa que ningún tema es tan serio como para no poder hacer humor negro con él, sobre todo desde el respeto y si lo hace uno sobre sí mismo. Con este libro me he divertido muchísimo, a pesar de las situaciones tan duras que vive el protagonista.

Os dejo solo un fragmento (de tantos) que me gustó mucho:

"Nelson Mandela dijo una vez: `Si hablas con un hombre en un idioma que él entiende, eso le va a la cabeza. Pero si hablas con él en su idioma, eso le va al corazón´. Y que razón tenía. Cuando haces el esfuerzo de hablar el idioma de otra persona, por mucho que solo sean frases básicas sueltas, lo que le estás diciendo es `Entiendo que tienes una cultura y una identidad que existen fuera de mí. Te veo como a un ser humano´".


8- Las tres bodas de Manolita. Almudena Grandes. 

Junto a los dos anteriores, forman parte de lo mejor de este ranking particular. De Almudena Grandes no he leído nunca nada que no me gustase, pero este libro es de lo mejor, a falta de que lea aún Inés y la alegría y los pacientes del Doctor García. Menuda saga la que está escribiendo sobre la Guerra Civil. Poco más que decir, muy fan de Almudena.

9- Intemperie. Jesús Carrasco. 

Es el debut literario de este extremeno que vive en Sevilla. Y ha sido un debut por la puerta grande.
A mí la novela, como con El color de la leche, me genera reacciones contradictorias, está genial escrito, en un tiempo y un espacio que el lector desconoce, pero puede intuir, con unas descripciones magníficas y te mantiene en tensión todo el tiempo. Pero no es una historia agradable. Y no digo más, salvo que por momentos lo he pasado mal leyéndola, pero no podía dejar de hacerlo. 

La culpa es de mi amiga Eva, que estaba fascinada con su lectura y un día lo dejó en mi taquilla y no pude resistirme. 


Hasta aquí mis recomendaciones personales. ¿Habéis leído alguno? ¿Alguna sugerencia como lectura de este recién estrenado año lector? 

 


lunes, 7 de enero de 2019

MIS 44 COSAS DE 2018


En la news que recibo de Andrea Amoretti ella hizo una lista con sus 42 (son los años que ella cumple) de 2018, como son 44 los que me cayeron a mí el último día del pasado año, me dio por ir escribiendo esta lista, que cuando voy a empezar esta entrada aún no están completas, pero voy completando, y a ver qué sale. Me gustó la idea.

1- Nadar. Me repito, pero he disfrutado mucho de ello y he sido muy constante.

2- Empecé una terapia (psicológica) que me ha ayudado a cambiar muchas cosas, aunque no ha sido fácil.

3- He cosido prendas para mí.

4- Aprendí a tejer con circulares (Gracias a los talleres de Lucía).

5- Me he mantenido bastante activa, a pesar de una lesión de rodilla que me lo puso difícil.

6- Aprender y experimentar muchas nuevas recetas veganas.

7- Descubrir blogs como el de Lo en las Nubes , Veganizando y Piedras Blancas.

8- Poder asistir a varios talleres de cocina.

9- Viajar: conocer este verano cuatro países diferentes (o un pequeña parte de ellos).

10- Descubrir Ceuta (donde pasé unos días fabulosos).

11- Atreverme con Bella del señor, que llevaba muchos años queriendo leer.

12- Terminar de leer la saga de Harry Potter.

13- Hacer el precioso bolso de Doctora Botones.

14- Conocer la pintura de Cristobal Toral.

15- Volver a disfrutar de pasear por donde vivo.

16- El costillo aprobó las opos (aunque sin plaza, pero prontó empezará a trabajar).

17- Mis sobris pasaron por primera vez unos días solas (sin padres) en casa con nosotros.

18- También fue la primera vez que visité un parque de atracciones con el costillo.

19- Nanette llegó a nuestras vidas y nos robó el corazón.

20- He conocido el pueblo donde nació mi abuela materna.

21- Muchas lecturas sobre nutrición.

22- Ir aprendiendo a tomarme las cosas con calma.

23- Aprender a ponerme en mi sitio (y los demás que estén donde quieran estar).

24- Descubrir el Lady Grey como uno de mis tés favoritos.

25- Transformar patatas y zanahorias en un delicioso queso vegano.

26- Aprender a hablarme y a tratarme con cariño, como lo haría con el resto de personas a las que quiero.

27- Devorar las dos temporadas de The Sinner.

28- Hacer velas bonitas por primera vez y regalarlas.

29- Reencuentros con personas estupendas que cosiguen que no pares de reír.

30- Volver a usar mi perfume favorito de todos los tiempos.

31- Aceptar y saber posponer lo que no puede ser ahora.

32- Disfrutar dos días a la semana de mis desayunos con mis E.

33- Emocionarme escuchando La Bohème tras la muerte de Aznavour.

34- De paso recuerdo que pasé una noche oyendo a Chavela en bucle cuando se marchó.

35- Conocer una revista maravillosa, Flow, en su versión francesa (Gracias Conchy).

36- Apuntarme a un intercambio de libros y recibir solo uno (que la gente se te apunte, pero luego no cumpla, eso es lo peor). Eso sí, el único recibido es de una exalumna (cosas de la vida).

37-  Disfrutar de una de las series más entrañables que he visto nunca, Team Chocolat (y hacerlo en su v.o. en flamenco, con subtítulos, obviamente).

38- Volver a visitar pasados 29 años el chalet de mis tíos donde pasé algún que otro verano de mi infancia (y que la gente que lo habita te acoja estupendamente).

39- Ver a Tomasito y a Wyoming cantado "Bella Ciao" en el Intermedio.

40- Celebrar una década junto al costillo (riendo, llorando, compartiendo, superando, luchando, viajando, soñando...).

41- Que una amiga te envíe por correo el estupendo libro (el suyo) de Historia del Arte con el que estudiaste. 

42- He aprendido a descargarme de responsabilidades que no me correponden.

43- También se fue Forges, otro grande, y yo recuperé unas viñetas que utilizo en clase.

44- Aprender que la vida es un regalo.

Y hasta aquí lo que ha salido de esta cabecita.

A quienes me leéis desearos un año 2019 sereno y en calma.

Un abrazo.