DICIEMBRE FRÍO

En pleno puente de diciembre, con el pistoletazo de salida de las navidades, que son, dicho sea de paso, unas fiestas que me provocan sentiemientos enfrentados, y de las que en los últimos años estoy intentado disfrutar, sólo me planteo disfrutar de unos días de tranquilidad.

El tiempo pasa rápido, siento que cada vez más deprisa, y algunos días las horas se me escapan sin lograr hacer aquello que me gusta, sueño con otra vida que sé que es posible, pero que últimamente me cuesta encontrar.

El año pasado por estas fechas, salíamos de puente, a visitar a amigos y familia, y de paso a dar a algunos la noticia de mi embarazo, ¡qué tiempo tan feliz!. No obstante a la vuelta, la felicidad se nos escurriría viendo truncados (temporalmente) nuestro sueño de ser padres.

Es curiso, nunca he tenido claro si quería o no tener hijos, pero cuando ese llamado instinto maternal llegó o se activó el reloj biológico del que algunas personas me hablaban, no ha habido marcha atrás, no hay un sólo día que pase en que no sueñe con ese momento.

Desde ese mes de diciembre ha pasado ya un año y todo ha sido como un torbellino, la pérdida, el legrado, la espera para volver a intentarlo, de nuevo embarazo y otra vez pérdida (más temprana esta vez, pero no por ello menos dolorosa), montones de pruebas, una conclusión, una intervención quirúrgica y luz verde en este pasado mes de noviembre confirmando que todo está bien. Me parece una vorágine, y otra vez volvemos a estar en la casilla de salida.

Una casilla de salida que ambos (mi costillo y yo) ocupamos con ilusión y ganas, aunque por mi parte con mucha calma e intentando que sin miedo. Estoy trabajando mucho eso, pero es difícil cuando has pasado por dos pérdidas, confiar en que a la tercera todo irá bien.

Paso por días mejores y peores, pero es algo que en general no quiero, porque no me apetece, reflejar en este blog, quiero que este sea un espacio vital, alegre, en el que fluya cuando os cuento algo, sea lo que sea.

Hay gran cantidad de blogs de lo que ahora llaman "babyhunters" , es decir, mujeres que queremos ser madres, pero a quienes la vida nos lo está poniendo más complicado que al resto, y a veces paso por ellos a leerlos, o a animar a quienes los escriben, pero no lo hago ni siempre ni a menudo, porque intento ser positiva, por supuesto no autocompadecerme (porque nunca me ha gustado) y no hacer de este problema el centro de mi vida. Entiendo que haya gente que sí lo necesite,  para quienes el blog sea una vía de escape. Quizás en eso sea afortunada, porque yo encuentro esa vía de escape en mi pareja, en mis amigos y también en algunos compañeros, principalmente porque he decidido no ocultar lo ocurrido, hablar de ello con normalidad y sobre todo afrontarlo de la mejor manera posible, intentado poner solución y huyendo de la queja.

Confío en que llegará y en que saldrá bien e intento no impacientarme, porque no sirve de nada. A veces me he ayudado de los foros, pero mi planteamiento no conlleva estar pendiente y sobre todo comentando mis días fértiles con otras mujeres, si he ovulado o no, o qué síntomas existen antes del positivo.

Hoy sí que pretendía que todo esto fuese un desahogo, saliera de mí y compartilo con vosotros. Y por supuesto invitar a quienes me leéis a compartir vuestras experiencias y vuestros puntos de vista.

Feliz puente de diciembre.