sábado, 26 de septiembre de 2015

VACACIONES DE VERANO VIII : LA VUELTA

Saco al fin un poco de tiempo en este intenso mes de septiembre para poner fin a nuestro periplo veraniego, que a este paso me veía empalmándolas con las de navidad.

Tras entrar en España por Portbou, en una ruta inversa a la que no hace tanto tiempo hacían los exiliados que dejaban nuestro país, nuestro primer destino sería Gerona. Yo no conocía esta ciudad que me ha enamorado, y a la que seguro que volveremos para conocerla más a fondo. Me ha parecido una ciudad preciosa y con mucho encanto, y sin embargo todo el mundo me ha dicho siempre que tenía que conocer Barcelona, pero nadie me había vendido las maravilla de su vecina Gerona.

Girona me enamora.
Pasear por sus calles es ya en sí mismo todo un planazo, nosotros además de pasear por La Rambla y por las calles de la judería (call jueu), visitamos los mallamados Baños Árabes, porque son en realidad cristianos, y que me parecieron una joya. Son de estilo románico, construidos en 1194, bajo el mandato de Alfonso I, el Casto, y llamados árabes porque imitan la estructura de los del mundo musulmán.

La iglesia de Sant Feliu, primera catedral de la ciudad, ante de las construcción de la actual, Santa María de Gerona o Sant Pere de Galligants (antigua abadía benedictina) son edificios religiosos dignos de contemplar.

Por supuesto, no falto un beso en el culo de la leona, porque como dice que quien lo hace vueve a la ciudad, yo no quise arriesgarme, aunque hice trampa y besé el culillo de la leona que hay en la placa en la pared junto a la escultura, que no era plan con el vestido que llevaba y la gente que había esperando abajo para hacer lo mismo.

Besando el culo de la leona
Un paseo a orillas de su río, el Onyar, contemplando sus bellas casas de colores, el Puente de Piedra, el de la Princesa o el Puente Eiffel, son tres de los once puentes que tiene esta ciudad que atravesamos. 

Entre desayunos y cenas, frecuentamos varios lugares, a destacar, un tartar de salmón y unos canelones estupendísimos que comimos en un bar de la Plaza de la Independencia, cuyo nombre no recuerdo.  Y por supuesto, y por recomendación de Remorada los magníficos helados de Rocambolesc. Probamos varios (es dificil resistirse), a cual más rico, aunque a mí me encantó especialmente el helado de manzana al horno, y como toppings los pistachos recubiertos de té matcha y las nubes violetas, aún salivo cual perro de Paulov mientras lo rememoro al escribirlo.

Helado de manzana al horno con peta zetas de chocolates, nube de violetas y pistachos recubiertos de té verde
Nos han quedado muchas cosas por ver, y ganas de conocer la provincia, el interior, pero volveremos, estoy segura. Por cierto no me extraña nada que la hayan elegido para rodar la

Nuestro próximo destino era Besalú, en la comarca de la Garrocha, en la provincia de Gerona. Ciudad medieval que tiene su origen en el castillo, en el siglo X. Es de los lugares que más me han gustado de este periplo nuestro, ya que me parece un lugar de cuento, por su arquitectura medieval, sus calles empedradas, y su magnífico emplazamiento natural. Mi costillo ya lo conocía y estaba loco por descubrírmelo y no se equivocó al pensar que me encantaría. Su puente sobre el río Fluviá, la judería, la sinagoga, o los baños (que en este caso encontramos cerrados, y no pudimos visitar). 

Sus calles y callejuelas adoquinadas, los arcos, escaleras y rincones que constituyen el conjunto histórico-artístico me parecen únicos,  y sobre todo me parece que han sabido mantener esa estructura y hacer frente al paso de los años y a los cambios urbanísticos que imagino habrá debido sufrir la ciudad. Es un lugar que mantiene su esencia. 
 
Entrada a Besalú

Ese día comeríamos de picnic y como nos encanta alajernos del mundanal ruido y buscar lugares recónditos y con encanto, tras un buen rato de coche a través de senderos nos plantamos (sin buscarlo)  junto al Santuario de Sant Ferriol, un "locus amoenus" magnífico para disfrutar de la sombra y de nuestros manjares.
 
Vistas desde nuestro paraje para el picnic

De Besalú emprenderíamos camino hacia Lérida, no sin antes disfrutar de otros lugares preciosos que encontraríamos por el camino, como Castellfollit de la Roca, para irnos despidiendo ya de esta comarca de la Garrocha que también nos hemos quedado con ganas de conocer más. Este pueblo es uno de los términos más pequeños de España, con una superficie de menos de 1 km2, y asentado sobre un promontorio de basalto. 
 
Castellfollit de la Roca


De Lérida, a pesar de que nos alojamos allí y la visitamos, tengo poco que comentar, principalmente porque no nos gustó.  Me pareció una ciudad fea (sí lo tengo que decir), con un casco histórico casi inexistente y bastante descuidado, y lo único destacable, que sería su antigua catedral, la Seu Vella, se contempla bellísima y majestuosa desde la distancia, pero conforme te vas acercando subiendo desde el centro de la ciudad, un edificio tipo mole (los juzgados) la van ocultando. Creo que permitir construir ahí semejante mamotreto dice muy poco sobre la preocupación por la conservación del patrimonio de una cuidad. De Lérida, la provincia, conozco el interior, la zona pirenaica, donde tuve la suerte de hacer un viaje en plan multiaventura con mis alumnos, y me encantó, pero lo que es la ciudad en sí no me ha gustado nada.
 
Alcorisa, en Teruel, comimos genial y conocimos a un lugareño encantador

Menos mal que Teruel también existe, y ese sería nuestro siguiente destino, y nos compensaría con creces el desencanto sufrido con la ciudad anterior.  Ciudad del amor (por los amantes), capital mundial del mudéjar y cuna de los dinosaurios, como ellos mismos anuncian en su Oficina de Turismo y en su página web. Es una ciudad preciosa, pequeña, pero con múltiples atractivos, que contrariamente a lo ocurrido con Lérida, los turolenses han sabido vender bastante bien. Como muestra de ello el negocio que tienen organizado en torno a los amantes, es una historia bonita a la que con un poco de marketing y ciertos reclamos han sabido sacar bastante provecho, lo cual me parece estupendo. (Aunque los precios por ver el sepulcro me parezcan uno poco exagerados, que eso es otro cantar). 

En Teruel nos dio tiempo a verlo todo, al menos, todo lo que queríamos, es una ciudad pequeña y muy manejable. Nos alojamos en el hotel Suite Camarena, que recomiendo, porque está bien ubicado (sin estar en el centro, queda a un paseo) y tiene una relación calidad precio excelente. Sólo el baño era más grande que algunas habitaciones de otros hoteles donde hemos estado alojados. 

Además de pasear por sus calles y plazas, nosotros visitamos la Catedral de Santa María de Mediavilla, el museo de arte sacro, la Torre de El Salvador y el Conjunto de los Amantes, que incluye el mausoleo, la iglesia de San Pedro, el ándito, el claustro y la Torre de San Pedro (esta última por cuestión de horarios y visitas guiadas no la pudimos visitar). Distintas casas modernistas están repartidas por el casco urbano de Teruel (como Casa Ferrán o el Torico). Y su famosa Plaza del Torico es el punto neurálgico de la ciudad, y fue el lugar que elegimos para desayunos y cena, pudiendo disfrutal del estupendo jamón de Teruel hasta en las ensaladas. 

El mudéjar turolense es Patrimonio de la Humanidad desde 1986, las torres más antiguas son las de San Pedro y de la Catedral, a las que siguen las de El Salvador y San Martín, todas ellas de una singular belleza. Y por último, y ya del siglo XX, neomudéjar por tanto, está la Escalinata, que se construyó para salvar el desnivel entre la estación de ferrocarril y el centro histórico. 
 
Catedral, Teruel

 
La importancia de Pierre Vedel (no Pierres)


Modernismo, en la plaza del Torico

Así que comprobamos que Teruel no sólo existe, sino que además es un lugar lleno de encanto. Aunque si hablamos de lugares con encanto, no puedo dejar atrás, Albarracín ,que es el lugar que más me ha gustado de todo este periplo nuestro. 

Se anuncia como uno de los pueblos más bonitos de España, y no le falta razón. Además la Fundación Santa María de Albarracín (verdadero nombre histórico del pueblo) hace una labor magnífica en lo que concierne a la conservación, restauración, divulgación y puesta en valor de su riqueza patrimonial. Y aunque me repito, esta vez sí, que el principal encanto de Albarracín está en callejear por todos sus rincones

Tras una cerrada curva a orillas del río Guadalaviar, y casi sin anunciarse, a unos 1200 metros de altitud, aparece imponente ante nosotros este maravilloso espectáculo de tonos aranjados. 

Nosotros dejamos el coche en la parte baja, a la entrada del pueblo, para empezar a ascender por una espinada escaleras que nos llevarían más tarde hasta la Plaza Mayor. Vimos la Catedral, aunque sin llegar a visitar su interior, paseamos en torno a la muralla, recorrimos miradores que nos ofrecían vístas de postal. La Casa Julianeta, junto a la casa azul de los Navarro de Arzuriaga, la calle Azagra  o la calleja del Postigo, así como el Palacio Episcopal son de los rincones más populares de este lugar. 

Como recomendación si decidís visitar tan bello pueblo, calzado cómodo y ganas de andar, y caminar sin una ruta preconcebida de antemano, porque os aseguro que os soprenderá a cada paso. 
 
Albarracín

 
Nacimiento del Tajo

Lo que queda de viaje os lo resumo brevemente, de Albarracín iríamos a Cuenca, que como ya la conocíamos suponía una etapa en plan tranquilo para poco más que pernoctar y reponer fuerzas. Recomendaciones:  nosotros repetiemos con el Hotel Exe Cuenca, precio excelente, desayuno buffet estupendo (ambas cosas, es decir alojamiento y desayuno no llegaron ni a 40 euros), cuatro estrellas, climatización, habitaciones amplias y confortables y personal amabilísimo. Y para tapear o cenar nada mejor que el Mangana, en la Plaza Mayor, ponen tapas ricas con a bebida, y las tapas o raciones que pidas, cuidado porque son tamaño XXL. Nosotro nos reímos mucho, porque íbamos sin hambre y acabamos con una superhamburguesa tamañao XXL que mi costillo no puedo terminar (y eso es raro), yo con un montado de calamares que resultó ser un bocata enorme, y para colmo esta vez no queríamos irnos sin probar los zarajos (bocado exquisito donde los haya, y eso que yo soy poco amiga de la casquería), así que unos zarajos, junto a las tapas gratis con la bebida. El precio de risa, o creo que gastáramos ni 14 euros. Un serivicio rápido, atento y amable, además de un matriarcado. 
 
Las hamburguesas del Mangana
Pensábamos que de Cuenca nos vendríamos para casa, en Estepona, pero decidimos improvisar, llamamos a nuestra amiga Mercedes e hicimos una etapa más, parando en Granada, concretamente en Ventas de Huelma, para tomarnos un respiro con Merche y su madre a quienes teníamos muchas ganas de ver, y al día siguiente, vuelta a casa, quedándome además aún algo más de un mes para seguir disfrutando de las vacaciones y pequeñas escapadas, aunque he de decir que parece que fue ayer, y se ha pasado volando. 

Sin más, estas han sido parte de nuestras vacaciones de verano. Algo que improvisamos poco antes de salir pero cuyo resultado fue esta "tournée" tan estupenda. 

Son unas crónicas que a modo de cuaderno de viaje me permitirán recordar estas vacaciones, quizás no esté todo, y me olvide de partes agradables que no tienen cabida aquí, sino quiero convertirlo en una historia interminable. Hemos hecho picnis en parajes estupendos, nos hemos bañado o refrescado nuestros pobres pies en ríos helados, descansado a la sombra de árboles preciosos, y sobre todo hemos disfrutado muchísimo. Ahora toca esperar hasta las siguientes, pero seguro que el curso y la rutina también nos deparan momentos estupendos, y tiempo para escapadas menores.

Gracias a quienes habéis tenido la paciencia de acompañarme hasta aquí.


 
 


8 comentarios:

  1. Menudo pedazo de viaje que os habéis pegado, una maravilla. Yo Gerona capital no lo conozco, pero hace varios veranos estuve varios días en Rosas, que me sorprendió, aunque lo hizo mucho más lo que visitamos por los alrededores. No llegamos a Besalú pero Pals me pareció una maravilla, también en plan medieval. Aunque sin duda, ya cambiando de zona, me quedo con Albarracín (donde me faltó el museo de armas de asedio) y Teruel capital; Teruel además lo conocí en plena fiesta de las bodas de Isabel de Segura (la de los amantes) y aquello estaba todo engalanado, la gente vestida de medieval, desde los artesanos de los tenderetes a los dependientes de los comercios de la ciudad, y hasta la gente de allí, que se toma esta fiesta muy en serio y de hecho a mí me prestaron un traje, jajajaja. La foto del edificio modernista que has puesto me ha gustado mucho porque precisamente en ese balcón es en el que Isabel le niega el beso a Diego, que cae muerto del disgusto. Ains, tengo que volver otra vez por allí "en medievales", como lo llaman los turolenses; es una maravilla...

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    1. Teruel tiene que ser genial en fiestas, y Albarracín es que me encantó, tenemos que volver a conocer toda la sierra de Albarracín. Besotes desde el sur.

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  2. Viajón!!!

    Pues yo te hubiera vendido muy bien Girona, soy muy fan de esa ciudad, voy cada vez que puedo ^^ viste el museo del cine? es una pasada!

    Me hace gracia Castellfollit de la Roca, es el lugar que usa el Sr. Torres como sinónimo de "el quinto pino" x)

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    1. Me quedé con las ganas del museo del cine, para la próxima, que la habrá, te aviso con tiempo para que nos hagas de cicerone.
      Castellfollit para el Sr. Torres es como Pernambuco ; )

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  3. Menudo viajazo y lujazo de verano. Cuando te dé el bajón por la vuelta a la rutina, acuérdate de todos estos momentos mágicos :)

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  4. Qué pasada de viaje, maja. Me encanta la foto de Besalú y me apunto bien todo lo de Cuenca que está aquí cerca y en fin de semana nos podemos escapar.
    Un beso

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