BLOGUERO INVISIBLE 2014, ME APUNTO.

El blog Negro sobre blanco de Kayena, un año más convoca la edición, esta vez, 2014, del BLOGUERO INVISIBLE y parece que he llegado a tiempo de apuntarme.

Se trata de una versión del amigo invisible, pero con libros, cada uno de nosotros, los participantes, reseñaremos un libro en nuetro blog que para el día de reyes estará en manos de nuestro amigo-bloguero invisible. Las normas están muy bien explicaditas en el propio blog de Kayena.

Después de pensarlo mucho, el libro elegido por mí es Desgracia, de J.M. Coetzee, que leí hace ya algunos años, creo que fue el último libro leído en el año 2007, para entonces publiqué una reseña en Ciao, que rescato para esta ocasión, con alguna que otra modificación, espero que a mi bloguero invisible le guste su lectura tanto como a mí.



Conocí este libro gracias a la opinión de un compañero de Ciao, Plumbio, a quien leí una opinión donde hablaba de Hombre lento del mismo autor, en la que también mencionaba éste, y nada más terminar el libro que tenía entre manos me fui a la Casa del Libro a comprar éste.

La opinión me resulta difícil, porque el libro en sí, aunque no es nada difícil de leer tiene una trama algo complicada, o más bien, cuesta decir que es lo que me ha gustado tanto de un libro como éste. El mismo título ya nos pone en antecedente, ¿qué esperar de un libro que se llama DESGRACIA? Que ningún lector se acerque a este libro con ganas de pasar un buen rato y encontrar una historia entretenida que nos haga pasar el rato, puesto que la historia va mucho más allá, y nos narra momentos, situaciones, de personajes desgraciados, hundidos, infelices, con el escenario de fondo de una Sudáfrica con problemas sociales, políticos y económicos, el África de blancos y negros, el África del Apartheid, del racismo, del machismo, de la violencia…no obstante narrado de una forma magistral, filosófica, y con una prosa que en algunos momentos o pasajes de la obra llega a ser casi poética. 

La historia empieza con el personaje principal, David Lurie, un profesor universitario de mediana edad, entrado en la cincuentena, que pasa su tiempo entre sus clases de literatura en la Universidad y su relación de jueves por la tarde, con Soraya, una prostituta con quien comparte sus únicos ratos de placer y afecto. La historia trascurre en Ciudad del Cabo (de donde es originario el propio escritor), y una vez rota su relación con esta prostituta, David se embarca en una relación que no le acarreará más que problemas y que le hará perder su empleo, a partir de ese momento, la vida del profesor Lurie irá cambiando sustancialmente, y se traslada junto a su hija Lucy (fruto de uno de sus dos divorcios) a una granja en el campo…Y hasta aquí os puedo contar.

A partir de este momento la vida de David y de su hija Lucy irá pasando por una serie de momentos nada buenos, y se verán rodeados de una serie de personajes, secundarios en la trama, pero no por ello menos interesantes, y personajes que arrastran también sus propias miserias.

En el libro se abordan temas como el racismo, el colonialismo, la justicia social, los problemas generacionales entre padres e hijos, el machismo, la sexualidad, la tristeza, la soledad…y todo ello con una maestría inigualable.

La novela no se hace pesada en ningún momento, todo lo contrario, es de fácil lectura y engancha, porque tienes ganas de saber cómo acabará toda esta historia y cómo evolucionará la vida de los personajes. Coetzee ahonda en la desdicha, en los problemas del ser humano, en el infortunio, pero con un tono alejado del victimismo o el derrotismo. 

En definitiva tanto la historia que narra como la forma de escribir de su autor me han gustado muchísimo.

Para que os hagáis una idea de cómo escribe os dejo unos párrafos que he ido eligiendo de los que más me gustan de entre sus páginas, y espero con ello, que alguien se anime a conocerlo a través de mi reseña, como yo lo hice con la de Plumbio. 

Antes de dejaros estos pequeños fragmentos, advertiros que el final no deja muy buen sabor de boca, y que es lo que menos me ha gustado del libro, pero por otro lado, en la ficción como en la vida misma, no todas las historias tienen un final feliz. Aunque el de ésta no es ni feliz ni infeliz, y no os digo más, lo sabréis cuando lleguéis ahí.

"El vino, la música: un ritual al que suelen jugar los hombres y las mujeres, unos con otros. No hay nada malo en los rituales, de hecho se inventaron para hacer más llevaderos los momentos difíciles, delicados". 

"El ha jugado con la idea de pedirle que lo reciba en sus horas libres. Le gustaría pasar con ella una velada, tal vez incluso una noche entera. Pero no la mañana siguiente. Sabe demasiado de sí mismo para someterla a la mañana siguiente, al momento en que él se muestre frío, malhumorado, impaciente por estar a solas.
Ese es su temperamento. Su temperamento ya no va a cambiar: es demasiado viejo. Su temperamento ya está cuajado, es inamovible. Primero el cráneo, luego el temperamento: las dos partes más duras del cuerpo"

"Un perro siempre aceptará una justicia de esa clase: por destrozar un objeto, una paliza. El deseo, en cambio, es harina de otro costal. Ningún animal aceptará esa justicia, es decir, que se le castigue por ceder a su instinto".

Espero que le guste a mi bloguero invisible, y a quienes me leéis animaros a formar parte de esta iniciativa.