martes, 29 de mayo de 2018

EL TÉ DE LOS LUNES VI

Ya sé que hoy es martes, me apetecía retomar esta sección que también podría llamarse mis divagaciones.

Como habéis notado en las últimas entradas, mi ánimo va subiendo, y esta vez en lugar de de bajón, me encuentro de subidón. Siendo y cauta y sin pasarme (o intentándolo), porque me conozco, yo tengo mucha energía y soy de moverme, pero sé que no debo pasarme. La cuestión es que estos días, a mi rutina semanal de natación ya he podido sumar salir a caminar a un ritmillo con el que estoy bastante contenta y estoy haciendo bicleta estática en casa, además de estiramientos y sufriendo los "meneos" que me dan en el fisio, como decía una compi el otro día me voy a incorporar para el fin de curso, y ahora que todos están echos polvos (como yo cualquier año a estas alturas del curso) yo voy  llegar nueva y con energía.

Ayer terminé un libro que me ha impactado mucho, estaba en mi lista desde hace mil, y en el kindle desde hace otro tanto, en la lista en la que lo tenía ponía a su lado y entre paréntesis, triste. Y sí, sí que lo es. Se trata del libro de Édouard Louis, Para acabar con Eddy Bellegueule, novela autobiográfica que narra como Eddy vive junto a su familia en un lugar de Picardía (al norte de Francia) donde sufre el acoso de su entorno (familiar, escolar, vecinal...) por ser diferente a los demás, y nos cuenta como intenta destruirse a sí mismo, ocultar su esencia para intentar parecerse a los demás y no sufrir sus burlas y su violencia. Es una historia bastante cruel, pero me parece necesaria, porque la homofobia sigue presente en nuestra sociedad, más aún en entornos poco favorecidos social, económicama y culturalmente, como en el que se mueve el protagonista. Creo en la necesidad de contar esos hechos, porque como he leído en alguna entrevista al propio autor, "uno de los mecanismos de la violencia es hacerla invisible".


En el paseo de ayer, por la Senda Litoral  (proyecto posibilitará el tránsito desde Manilva a Nerja a través de toda la costa, cubriendo unos 180 kilómetros) me dio por rescatar o resucitar a mi iPod, y antes de salir vine al ordenador para ponerle música nueva, pero en el útlimo momento decidí que no, sólo incorporé un disco nuevo de los Antílopez, y al salir de casa le activé el contador de pasos y kilómetros de Nike y puse la música en modo aleatorio, para dejarme sorprender, y así fue. Sonaron canciones que me alegraron mucho mucho el paseo, la primera fue Habana, de Miguel Bosé y Alejandro Fernández, que ni siquiera sabía que estaba ahí, era la primera vez que la escuché, canciones de Mika, el Dancing Queen de Abba, de la b.s.o de Mamma Mía, canciones de La bola de Cristal, No me llames Dolores, llámame Lola, de Pastora (un grupo del que fui muy fan), y cuando estaba terminado el paseo, que había quedado con el costillo para hacer la compra semanal sonó como colofón el Concierto de Aranjuez, que es una melodía que tiene un significado muy especial para mí.

De todo esto, mi deducción de ayer es bastante simple, pero a veces lo simple se nos olvida, y es que "qué bien estamos cuando estamos bien", ¿a qué me refiero con esto?, pues que cuando uno está bien ve con otros ojos todo, y cuando estamos mal lo vemos todo mal, nos molestan muchas cosas, incluso de los demás y de nosotros mismos.

El paseo de ayer fue una forma de meditación, tuve alguna buena idea, se me aclararon muchos asuntos, y a otros sigo dándole vueltas. De aquí a finales de curso tengo que tomar una decisión imporante que me afectará no solo a mí, y me está costando, pero aún queda un mes para que deba tomarla, y supongo que entonces me habré aclarado, y si no lo he hecho, tocará decidir igualmente.

Sigo con la idea en la cabeza de escribir las entradas que os comentaba el otro día, pero me ronda mucho más la cabeza una entrada breve (con la brevedad que me caracteriza, ja ja ja) sobre inventos que me solucionan la vida.


Os dejo dos de las canciones que sonaron ayer, esperando que tengáis una semana estupenda.

Podríamos decir que este post está patrocinado por mi amigo Oskar, que es el culpable de que tenga toda esta música en el iPod. Gracias.(Ya sabes mi relación de amodio con Apple).

13 comentarios:

  1. no queda nada para fin de curso! ya nos contarás el resultado de la decisión decisiva! :*

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  2. Me encanta toda esa música que escuchaste... y es que la música hace aún más placenteros los paseos. Me alegro que estés mejor de ánimo. El principio de la primavera es duro para el ánimo, pero poco a poco todo vuelve a su lugar. Suerte con esa decisión, seguro que eliges lo mejor. Besos.

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  3. Chiquilla, pues sí has vuelto con energía, que en el día de hoy llevo leídas tres entradas de tu blog, jajajaja. A ver qué decisión tomas al final, que me has dejado con la intriga... Y por cierto, no sabía que a ti también te gustaba Mika, qué cosas.

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    1. Sí, ya ves, soy así de intensa, sí, me gusta Mika. Tengo que llamarte y te cuento y me cuentas, que me intrigó “la cosa” para pisar mejor.

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Cuánto me alegro de verte en modo hacia arriba!!! Y sí, la deducción es muy lógica y muy clara: qué bien se está cuando se está bien. Lo bueno es que cuando llegas a un punto hacia arriba parece que todo sale solo, cambia tu forma de ver, cambian tus ojos y también cambia todo a tu alrededor. Lo difícil es intentarlo cuando se está hacia abajo. Pero también se consigue, a través del coaching por ejemplo.

    Mucho ánimo y muy hacia arriba siempre!!!!!!

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  6. Estás eufórica y productiva.
    Tres estupendas entradas seguidoras.
    Cuídate y no fuerces la máquina.
    Besos de nuevo.

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  7. Hola Esther!! Me encanta Mika como a ti, lo descubrí cuando aún iba al insti gracias a un amigo y desde entonces lo escucho. ¡Una entrada genial! Nos leemos!! Besos!!

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    1. Yo también lo descubrí gracias a un amigo, me alegra que te guste.

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  8. Es que una decisión complicada... ¡ánimo!

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    1. Ayer almorzando con un amigo interino le decía que a veces me gustaría que fuera como en su caso y alguien tomara la decisión por mí, como cuando me mandaron a Estepona, pero ahora es cosa mí, y me cuesta.

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  9. Mika siempre es una buena alternativa.
    Me he sentido muy identificada con tu reflexión de que vemos las cosas dependiendo del estado de ánimo que tengamos, pero es que como cuesta ver algo bien cuando estamos que nos bajaríamos del mundo.

    ¡Un besote!

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    1. Pues sí, ahora me estoy hasta reeamorando de Estepona, jaja. Tengo claro que me iré, pero el curso que viene he decidido quedarme y disfrutarlo, luego ya veremos. Un abrazo.

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