sábado, 31 de mayo de 2014

SÁBADO VITAL Y LA IMPORTANCIA QUE LE DAMOS A LAS COSAS.

A los viernes vitales de Itaca llego tarde, pero como nunca es tarde para reflexionar un poco y sus post siempre me resultan inspiradores, aquí estoy tomando prestada alguna que otra idea de Los viernes vitales 8: Los días de lluvia.

Y es que esta última semana me he quejado un poco sin serias razones de peso, que si el fin de curso, el estrés, el cansancio, sí, incluso me he quejado del viento y del mal tiempo. Y ayer una pequeña chispa me hizo saltar y provocó en mí un estado de ánimo que no me gusta nada, de tristeza, incluso de rabia.

A estas alturas del curso yo soy el de la derecha

Quizás es algo muy personal para compartirlo aquí, pero me apetecía a raíz de estas reflexiones. Ayer llegando a casa tempranito del trabajo después de haber hecho algunas gestiones en la calle, me dirigía camino al portal de mi casa y  nos encontramos a la señora que suele traernos el correo. Nos saludó y le dijo a mi costillo que había estado en casa y que le había sorprendido que no estuviera, porque otras mañanas está (añadió), en esas le dijo que le había dejado un aviso pero que aprovechando que lo veía en la calle se lo daba directamente y que rompiera el aviso. En esas estábamos cuando me dirigió una mirada a mí, luego se centró en mi barriga y me soltó: "anda, que estás esperando, como yo...". Yo no tardé en sacarla de su error, y le dije que no, que no estaba esperando nada. Y ella (que no me conoce de nada) empezó a narrarme que ella sí estaba embarazada, de muy poquito, que aún no sabía qué era, los cambios que había supuesto en su trabajo, etc., etc...

Hasta ahí, pudiera parecer un comentario sin importancia, pero provocó en mí un malestar tremendo.

Primero: porque yo, que tengo una constitución normal, ni muy flaca ni sobrada en kilos, sí que tengo tendencia a acumular los que me sobran en la tripilla, eso durante algún tiempo en que sí tuve más kilillos de más, provocó a veces ese mismo malentendido, y en ocasiones algunas personas me hacían esa misma pregunta. Pero es algo que ahora tenía bastante superado, encontrándome bien conmigo misma, aunque con ganas de perder unos 3 ó 4 kilitos, pero sin que me preocupase en exceso. Así que yo lo tomé como que esa señora me estaba llamanda gorda o sobradita de peso.

Segundo: Y esto fue lo que más me dolió. En diciembre sufrí una pérdida gestacional, vamos, que estaba embarazada y lo perdí, el mismo día que acudí a realizarme la primera prueba de O'Sullivan para la diabetes gestacional, salí de la clínica, me fui a desayunar, noté una manchita de flujo que no me parecía normal y lo que viene después fue una pesadilla. Una pesadilla, que ahora, cinco meses después creía tener más o menos superada. Desde marzo estamos de nuevo en el intento, con buen ánimo e intentado que la pérdida no empañe la ilusión por volver a intentarlo. Y aunque son sólo tres meses de búsqueda, cada vez que llegan esos días en que la roja hace su aparición, yo no puedo evitar venirme un poco abajo. Sé que mucha gente piensa que exagero con esto, pero hay que vivirlo para entenderlo (y lo sé porque hay quien me lo ha dicho, las cosas que he oído al respecto darían no para un post, sino para una serie interminable, pero no me voy a hacer mala sangre).

En fin, que los comentarios de esta señora me hiceron daño en ambos sentidos. Mi primera reacción cuando ya entraba en casa fue "ponerla verde" porque no me parece normal que alguien que no me conoce de nada me haga esas preguntas, me pareció indiscreta. Y encima y de rebote me enfadé con mi pareja que sólo pretendía animarme y hacerme ver las cosas de otra manera.

Luego en frío, y más calmada, si me pongo a pensarlo, fue una reacción totalmente desproporcianada, y un comentario que no duraría más de dos minutos me "amargó" el resto de la tarde (sumado al casancio de toda la semana y otros factores). Y aunque en principio culpé de ello a esta señora, en realidad la culpa de mi estado de ánimo fue solamente mía, porque hice una montaña de un grano de arena. Pero sobre todo y principalmente porque yo no puedo cambiar lo que va a sucederme, o lo que otras personas me van a decir, pero lo que sí está en mi mano es controlar mis emociones y mis reacciones, y sobre todo, una vez que éstas se producen y sobre todo sin son negativas no alimentarlas. Intentar que este tipo de comentarios me entren por una oreja y me salgan por la otra, más aún cuando vienen de gente que ni conozco ni me importan lo más mínimo.

Y efectivamente como bien dice Eva en su reflexión final, que me parece muy acertada, no existen días buenos o malos, existen formas diferentes de tomarnos las cosas, y si nosotros ponemos de nuestra parte el optimismo, salimos de casa con carga positiva y nos motivamos para "comernos el día" seguro que las cosas son de otra manera. Y como dice Elsa Punset en su libro "Una mochila para el universo" una emoción negativa se supera con otra emoción igual de intensa y de signo contrario. ¡Busca pues activamente estas emociones positivas!

Busquemos pues emociones positivas y disfrutemos del fin de semana.

viernes, 16 de mayo de 2014

BEGOBOLAS, SUS BEGOCOSAS Y EL MONITO ADOPTADO.

¡Feliz viernes a todos/as!

Descubrí a Begoña y su blog a principios de este año,y Begobolas y sus Begocosas me tienen encandilada desde entonces.

Un día leyendo a Eva (Itaca) descubrí las Begocosas, por un cojín muy mono y muy british que ella había comprado. Así que allí me dirigí yo, a la tienda Etsy de Begoña y descubrí las preciosidades que esta mujer es capaz de hacer con sus manos: las muñecas y animalitos de trapo entre mis preferidas.

Begoña es una profe de inglés, que se en algunos post se define a sí misma como loca de remate, su blog Begobolas es muy divertido, en él nos narra retazos de su vida diaria de un modo bastante simpático y en clave de humor, ilustrado con sus propios dibujos. Un día, aconsejada por amigos y lectores decidió abrir su tienda en Etsy, una plataforma on-line que nos pone directamente en contacto con artesanos y artistas de todo el mundo para adquirir sus creaciones. Y lo mejor es que aunque tal vez no veáis siempre muchas cosas en la tienda, ella os puede hacer pedidos personalizados. 

El monito (que ya reside en Londres)

Un día, paseaba yo por su espacio en la blogosfera y me encontré este post tan tierno y a este monito y tardé muy poco en decidirme a adoptarlo, pero ¡Oh sorpresa, pobre de mí!! se me habían adelantado.Así que le escribí, porque Matilda, la niña de una amiga que vive en Londres, había venido al mundo, y entre los regalitos de bienvenida que quería enviarle quería incluir al monito. Así que en abril, poco después del nacimiento de Matilda recibimos en casa al monito (ganas no nos faltaron de quedárnoslo) a quien tras darle cobijo unos días en casa decidimos enviar a Londres, para que conociera a Matilda y de paso pusiera en práctica su inglés, porque estoy segura de que venía ya preparado con un alto nivel de inglés (su creadora me lo confirmó de hecho, jeje).

Me encantó el mono (adjunto fotito, of course!) así como la forma tan bonita en que vino envuelto, con esas etiquetas tan bonitas y tan personalizadas, y me encantó el detalle (valor añadido) del regalito que recibí para mí, una bolsa de tela chulísima y personalísima, que no podré confundir con otras en el insti (cuando llevo mis carpetas, exámenes, cuadernos...) o cuando baja a la playa. Y la tarjetita manuscrita para agradecerme la adopción me parecíó otro detallazo (ahí anda a buen recaudo).

Mi regalito, tan mono (también, jeje)

Gracias a Begobolas. Y a quienes me leéis os animo a pasar por su blog y por su tienda, y si tenéis algún regalito (o autoregalito) que hacer (o haceros) no lo dudéis. Y por el mimo con el que todo está hecho creo firmemente que valen más de lo que cuestan.


viernes, 9 de mayo de 2014

MI VIERNES VITAL Y EL RETO DE MAYO

Los viernes vitales de Itaca siempre me estimulan, y el de hoy: VIERNES VITALES 5: LO QUE DE VERDAD IMPORTA lo ha hecho mucho más.

De repente me encontré frente a sus palabras sobre María de Villota, la fundación Lo que de verdad importa y sus propias reflexiones y me hizo pensar en muchas cosas, tanto es así que le dejé un comentario bastante largo del que luego empecé a suprimir partes, porque me dije a mi misma, le voy a contar mi vida en un comentario, mejor escribo una entrada en mi blog y me sumo a su iniciativa, que me encanta.

No puedo estar más de acuerdo con ella en lo que plantea y en que hay que distinguir que es lo verdaderamente importante de lo que no lo es. Yo, acorde con su filosofía, trabajo para vivir y no vivo para trabajar (que son ideas bastante diferentes). A pesar de ello, tengo la suerte de tener un trabajo que me gusta, y aunque ya lo dijo Confucio: "Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida.", la realidad no es exactamente así, porque aunque de mi trabajo me encanta dar clases y estar en contacto con los adoloscentes, también hay una parte que no es gratificante (reuniones, mucho papeleo, guardias...) y aunque uno de mis propósitos del TODAY 2014 era traerme menos trabajo a casa (y menos preocupaciones) no siempre lo consigo, entre otras cosas porque trabajo con personas.

Y yo como ella, y como probablemente muchos de vosotros, a menudo también me pongo excusas y dejo que las horas, y a veces los días, se me pasen sin pena ni gloria.

Al leer lo de las ganas de vivir de María de Villota y su eterna sonrisa, no puede evitar acordarme de mi compañera, que nos dejó hace muy poquito, primero porque ella, a pesar de que la vida tampoco se lo puso fácil siempre tenía una sonrisa (aún en la situaciones más desagradables o problemáticas) y porque su lema era disfrutar de la vida, y su frase: "Sonreir ante cualquier adversidad hace que el obstáculo baje o que nosotros crezcamos" aún aparece en su estado de WhatsApp. Y en segundo lugar, porque desde su marcha, a menudo las conversaciones entre quienes la conocimos y añoramos gira en torno a al carpe diem, aprovechar el momento, no dejar pasar un solo día sin disfrutar porque nunca sabremos lo que nos espera, y cómo la vida nos cambia en un segundo. Y a este respecto yo quiero pensar que ese mensaje no se irá diluyendo conforme pasen los días, las semanas y los meses, y nos agobien el trabajo y las preocupaciones. Porque siempre nos da por pensar así ante cualquier adversidad o golpe de la vida, pero luego, parece que se nos olvida.

Respecto a MI RETO DE MAYO, es muy fácil (o no), porque consiste justamente en disfrutar de la vida y de cada momento, sobre todo de esos pequeños placeres que en días de estrés o de mucho trabajo solemos olvidar. Ayer, sin ir más lejos, estaba muy cansada, el día anterior había sido agotador (y una jornada demasiado larga), y me debatía entre ir a pilates o quedarme en casa, en la terraza,  terminado la lectura que tenía entre manos, cosa que al final hice, y sin remordimientos. ¿Por qué digo esto? Porque en otras ocasines lo hago, pero al final, ni voy a pilates (o a la actividad que sea) ni disfruto de quedarme en casa porque me "torturo" pensando que estoy faltando, que no debería, que tal vez debí no haberme saltado la clase. Recuerdo que una vez una conocida ante una decisión similar, sobre ir a un concierto, me dijo "nos gustaría que vinieras, pero debes hacer lo que te apetezca o creas conveniente, pero sobre todo, elijas la opción que elijas, una vez hecho no le des más vueltas, y si vas al conciero disfruta de él, y si te quedas en casa estudiando pon toda tu atención en lo que haces y no te recrimines pensando en lo que podías estar haciendo".Pues solo eso, que voy a intentar disfrutar de mi tiempo, haciendo lo que más me apetezca en mis momentos de ocio. Y he comenzado ya, porque este finde me quedo de Rodríguez y de relax, me apetece desconectar, leer, dormir, pasear por la playa, tomar el sol en mi terraza y preparar con calma alguna cosa para clase para la semana próxima. A veces no necesitamos mucho más, solo parar a tiempo, reflexionar, y cargar las pilas, y para ello nada mejor que rodearnos de cosas agradables.

Este es mi rinconcito lector en la terraza
Ayer terminé la lectura de "La vida cuando era nuestra" de Mariam Izaguirre, que recomiendo encarecidamente y de la que espero escribir pronto una reseña, y hoy he comenzado (y creo que terminaré), "El círculo de la motivación" de Valentín Fuster que me parece una obra maravillosa, inspiradora y de gran ayuda (que no autoayuda), pero ya os contaré también cuando la termine.

Y esto lo que se ve desde él
Entre tanto, feliz fin de semana y a disfrutar.