jueves, 12 de octubre de 2017

FAVORITOS DE SEPTIEMBRE

De vuelta con los favoritos, porque me pone de buen humor plasmar aquí lo bueno que ha tenido el mes, y dejar atrás lo que no lo fue tanto.

- La visita al centro Kadampa en Málaga (en Alhaurín el Grande) fue una experiencia que además pude compartir con el costillo, quien se animó a venir. Conocimos el centro, asistimos a dos meditaciones en el templo, comimos una sencilla pero rica comida vegetariana y disfrutamos de un día estupendo. Ya había asistido a alguna que otra conferencia y a las meditaciones que realizan los jueves donde vivo.

- Antes de que empezaran las clases, con dos de mis compis favoritos del insti y sus respectivas familias organizamos una velada campestre en un entorno precioso, disfrutamos un montón, charlando, probando lo que cada uno habíamos cocinado, disfrutando del sol, de la piscina, de los juegos. Nos cargó las pilas para lo que se nos venía encima jeje.


- Cuidar de Lana, la perra de unos amigos. Eso hace que me plantee seriamente adoptar un perrete.

- El cumple de mi sobri pequeña, que es siempre una buena ocasión para disfrutar de mi familia, y de paso visitar en mi pueblo a amigos que no veo tan a menudo como quisiera.


- Pasar un día en el extranjero, jaja, con ello me refieron a irnos a Gibraltar, aprovechando que los viernes salgo muy pronto. No sea que cuando se lleve a cabo el brexit necesite el pasaporte o visado para pasar el día allí. El principal motivo de que  me guste visitar "la roca" es hacerme con productos de ciertas tiendas que no hay en el resto de la península y comer en el Wagamama, un japonés que hace un ramen que está de muerte y que conocimios en Londres, del que ahora también podéis disfrutar quienes vivís en Madrid.


Si tuviera que resumirlo, diría que en septiembre he disfrutado de las cosas sencillas.

viernes, 6 de octubre de 2017

VITAL Y VIERNES

Después de que la últimas semanas hayan sido un poco duras, por motivos varios a los que se sumaba el inicio del curso, podría decir que hoy es el primer día que me encuentro BIEN, y lo digo con mayúsculas.

Los viernes se han convertido en mi día favorito de la semana, porque trabajo dos horas, termino a las 10:15 h y comienza mi puente (como dice un compañero) hasta el lunes a la misma hora (sí, también tengo la suerte de entrar los lunes a esa hora). Y aunque leáis lo de suerte, no sabéis lo mal que me sentó cuando me dieron mi horario (distinto a éste que os comento) y a las 24 horas me lo cambiaron por el actual. No coincidía con mis preferencias, no era lo que quería y me cabreé mucho, puedo decir que hasta lloré, sí, sé que suena ridículo (alguna que conozco lo arreglaría con un par de tortas), pero en esa reacción intervinieron otros factores que no vienen al caso. A lo importante, he sabido encontrar la parte buena a lo que hace apenas tres semanas me pareció malo malísimo. Y eso, a día de hoy, me parece una enseñanza.

Desde aquí os escribo
La cuestión es que aquí estoy, sentada, tan ricamente, al sol, en mi terraza, después de un buen vapuleo en el fisio y un redesayuno tardío,también al sol y en buena compañía. Al llegar a casa tenía en el buzón una carta de la FVF (Fundación Vicente Ferrer), con unas letras de mi niño apadrinado y noticias de la Fundación por otro. Y por otra parte, me he puesto a mirar Facebook, y una cosa me ha llevado a otra y he descubierto una entrevista fantástica, que en este momento me parece escrita para mí, de Joan Garriga, psicólogo, de la corriente Gestalt para más señas, a quien justo he descubierto en este momento, pero al que seguiré la pista de ahora en adelante.

Y ahora sí, ¿qué os voy a contar?

"Si uno no se cree capaz de hacer algo, jamás lo intentará". Así empieza la información que viene detrás de la carta que me ha escrito mi apadrinado, es sobre unos talleres que abordan el tema de "Fortalecer la autoestima". Y me ha dado mucho en qué pensar. Con los pocos recursos que tienen en la India abordan temas de suma importancia como éste, y como docente, pienso, que aquí en nuestro primer mundo nos ocupamos de otras cosas, cuando a nuestros niños también les sería muy necesario, más aún que los portátiles gratis y otra serie de dotaciones, y que deberíamos hacer que nuestros pequeños confíen en sí mismos y en sus capacidades, recordándoles cada día cuanto tienen de bueno, en lugar de insistir en aquello que hacen mal o ponerles etiquetas.

Qué importante es trabajar la autoestima, desde pequeños, porque si no de mayores, nos tocará "resetearnos" y aprender, siendo un trabajo más arduo. A este respecto, en general, yo estoy contenta, porque a pesar de haber nacido con una discapacidad mis padres nunca me criaron en una burbuja y me dejaron hacer deporte y cuántas locuras se me ocurrían. Aunque sin embargo, en otros aspectos de la vida, han quedado grabadas en mí frases lapidarias y miedos heredados, por eso precisamente sé lo importante que es. Aunque como digo, y en general, admiro a mis padres, sobre todo a mi madre, porque lo hicieron lo mejor que pudieron en los tiempos y en la situación que les tocó vivir. A veces se lo he dicho, yo no lo hubiera hecho mejor.

De un boletín de la FVF

En cuanto a la entrevista de Joan Garriga, la podéis leer aquí, es mucho más interesante que mis reflexiones acerca de la mima, pero aún así, me gustaría comentaros las enseñanzas que me quedo de ella.

- El tiempo no lo cura todo, en contra de lo que dicta la sabidudría popular. Es cierto que aminora la intensidad de las emociones (dolor, rabia, impotencia, tristeza...), pero como bien dice, se necesita de un proceso emocional activo e intenso, o lo que yo llamo vivir el duelo, e ir trabajando en ello, intentando soltar lastre (esta expresión es muy mía) y abriéndonos a lo nuevo, a lo que está por venir. Viviendo lo que nos toca en cada momento.

- Nos habla también de la importancia de aprender a gestionar las situaciones o momentos desagradables que nos tocará vivir, y aquí no se libra nadie. La vida no es justa, y mientras antes lo aprendamos mejor. Al contrario de lo que pueda parecer, no es un matiz negativo, sino la pura y simple realidad. Y la aceptación aquí cobra una gran importancia, aunque nadie dijo que fuera fácil.

- Identificarnos con lo malo que nos sucede es un error. ¿A qué me refiero con esto? A que nuestra identidad personal no está compuesta de nuestros errores, nuestros sinsabores, desgracias o frustaciones. Eso son sólo hechos o situaciones que nos tocó vivir en un momento dado, pero pasaron y ya no son, ni nosotros somos esa persona desgraciada. Lamentablemente esto lo he tenido que trabajar personalmente bastante, por mis circunstancias, que muchos conocéis. Durante mucho tiempo me he identificado a mí misma con una "yo-desgraciada-abortadora-incapaz de concebir", hasta que me he dado cuenta de que eso han sido momentos muy duros de mi vida, puntuales, pero más allá de eso, esa no es mi identidad, y no puedo aferrarme a eso para justificarme cada vez que siento que no tengo ganas de algo, que no avanzo en tal o cual aspecto, identificarme con mis penas. Ha sido un desgaste tremendo, y si toda la energía y el tiempo que he invertido en ello (ello = lamerme las heridas) los hubiese dedicado a otra cosa, hubiera contruido algo.

- Cita la verdad, la valentía y la conciencia como requisitos para avanzar y estar satisfechos con nosotros mismos. Los considero pilares básicos, y de un tiempo a esta parte muchas lecturas o conferencias me acercan a ello, como las enseñanzas del budismo kadampa o el libro "El poder del Ahora" que he leído muy recientemente.

- La realidad es neutra, los hechos ocurren y están, y son como son, somos nosotros, quienes desde nuestro punto de vista los catalogamos como buenos o malos, o como pérdida o ganancia. Insisto en que esta parte tampoco es fácil, aunque sí es una enseñanza sencilla.

- Interpretar en positivo la situaciones adversas que nos pasan. Tampoco es sencillo este paso, pero es lo que he hecho con la situación que os comentaba al principio, que quizás sea más banal, pero he visto la parte positiva de tener un horario como el que me ha tocado. Y estos días trambién miro la parte positiva de no tener hijos. No se confundan, no estoy diciendo a nadie que no tener hijos sea mejor, simplemente me centro en que me será más fácil planificar mi viaje a Cuba el próximo verano, realizar el viaje a la India con el que siempre he soñado, o cosas más triviales como ir a mis clases de yoga sin tener que hacer malabares o acudir a natación, o simplemente, planificar una cena romántica o con amigas cualquier día entre semana.

- ¿Significa lo anterior que toca resignarse? En absoluto, puesto que la resignación también implica sufrimiento, se trata sólo de aceptar aquello que no puedo cambiar (ya sea que no lo puedo cambiar ahora, o que no lo podré cambiar nunca). En ese punto, yo no renuncio a tener hijos, simplemente estoy aceptando que no sucederá.

- Y lo que más me ha gustado, no plantea una "psicología fácil" ni nos vende la magia de la visualización, esa de la que el libro "El Secreto" tanto habla, o de la que hablaba en sus libros la recientemente fallecida Louise L. Hay y  de la que, personalmente, tanto he huído, porque no creo en ella. Me parece propio de esta sociedad en que vivimos en la que tratamos de encontrar una respuesta rápida a todo, y es más fácil creer que si visulizo las cosas van a ocurrir que ponerse a trabajar para que sucedan. ¿Han leído el ejemplo del billete pegado al techo del libro "El Secreto"? Si a alguien le ha dado resultado que venga y me lo cuente.

- Y por ultimo, y para no eternizarme, me gusta la importancia que da a la meditación, a la conciencia, a la atención plena, al agradecimiento y por supuesto a cuidarnos (por fuera y por dentro) y a quererenos más (lo que enlaza con el comienzo de lo que os cuento, trabajar la autoestima).Esto de meditar, vivir en conciencia o en el ahora, no es más que tratar de prestar la atención necesaria al momento presente, sin irnos al pasado o a lo que está por venir. Ejemplos de ello pueden ser los siguientes: cuando camino al trabajo a primera hora de la mañana, en lugar de ir pensando en lo que voy a encontrar cuando llegue al insti en la clase tal o lo que me tocará corregir, o si me tocará guardia o no, voy disfrutando del paseo, del viento en la cara, de los sonidos, del amanecer, porque lo demás me lo voy a encontar o no, independientemente de que lo adelante o no en mis pensamientos. O cuando quedo con alguien para tomar un café o dar un paseo es para estar con esa persona observándola, escuchando lo que me dice, y no mirando el móvil veinte veces o pensando en lo que haré para la cena de esta noche.

Lo que más me gusta de todo esto que os he soltado, es que hoy, por primera vez desde hace mucho, me apetecía sentarme aquí, delante de vosotros y escribiros estas líneas, que espero os sean de alguna utilidad.

Menciones:

1. Sí, Espe, la de las tortas eres tú.
2. Eva, con tu permiso, te robo lo de viernes y vitales.
3. Bego, esto que te ocurre a ti, nos ocurre a todos. Es importante relativizar, sí, pero cuando los problemas nos atañen personalmente, son lo más importante para nosotros, a pesar de que el mundo siga girando sin importarle demasiado.