martes, 5 de marzo de 2019

CREMA PIRI-PIRI

El título de esta entrada lleva a engaño, porque no lleva las conocidas salsas o especias portuguesas. Aunque sí se trata de una crema picante. El piri piri es una variedad de chile muy picante de origen africano, y que los portugueses incorporaron a sus fogones a través de sus colonias en el continente vecino. Aunque si vas a un mercado portugués verás que hay una cantidad tremenda y variada de tal especia y de sus salsas, con incluso diferentes grados de picante.

En nuestra última visita a Portugal hace unos días, al final ni comí nada que lo llevase ni lo compré, entre otras cosas porque entre chile en diferentes formatos, guindillas, salsa siracha y harissa, así como curry verde y curry rojo en pasta, de pique en casa ya vamos sobrados, y es más una predilección del costillo que mía, ya que nuestra tolerancia al picante difiere notablemente.

La cuestión es que sí que llegué a casa con dos antojos y poca cosa en la nevera, tenía ganas de calabaza y de picante, y se me ocurrió hacer esta crema de verduras, que aunque no lleva calabaza, sí es de color naranja, por las zanahorias, y al menos, la sugiere. Vaya, que quien no se consuela es porque no quiere.


La receta fue muy improvisada pero quedó tan rica que la comparto con vosotros y de paso, me la guardo aquí, que es la mejor manera de que no se me pierda una de estas recetas que improviso.

- Poché una cebolleta grande en una sartén, cuando estaba como quería, de decir bien pochadita, añadí tres zanahorias bien grandes cortadas en rodajas, lo mezclé y removí un poco, a los dos o tres minutos añadía media coliflor troceada en arbolitos y lo removí todo un poco.

- A continuación puse estos tres ingredientes ligeramente salteados (salvo la cebolla que va pochada) a una olla, la cubrí de agua, añadí un poco de sal y dejé a fuego 20 minutos desde que comenzara a hervir.

- Una vez cocidos, quité la mitad del agua (que aprovecho como caldo de verduras para otras preparaciones, que aquí no se tirá nada) y dejé la parte restante. También quité una parte pequeña de las verduras.

- La porción pequeña de verduras que aparté las trituré muy ligeramente, para que quedasen en modo tropezones, el resto lo eché a la Thermomix (también se puede hacer con batidora) y trituré hasta obtener una crema bastante líquida, agregué un poco de sal, un poco de pimienta negra recién molida, una pizca de cúrcuma, un poco de aceite de oliva virgen extra, una cucharadita de postre de pasta de curry rojo y una tercera parte (más o menos) de leche de coco en lata, y volví a batir.

- Antes de servir lo mezcé con el resto de la verdura troceada, una vez servido en el bol le puse por encima perejil fresco picado y una rebanadita de pan tostado.

Queda una crema con una textura estupenda y un sabor muy rico, aunque muy picante. La próxima vez le pondré solo media cucharadita de curry rojo.

Las medidas van un poco a ojo, porque fue algo totalmente improvisado, pero cuyo resultado me sorprendió gratamente.

Si la probáis, ya me contaréis, y por cierto, sin picante, también es buena opción.

domingo, 3 de marzo de 2019

FAVORITOS DE FEBRERO

Febrero es un mes corto, anticipo de la primavera, de lo que está por venir, y encima con una semana de vacaciones en lo laboral, la semana blanca malagueña. Ha sido un mes que echado la vista atrás ha dado para mucho, y además el sol nos ha acompañado durante gran parte.

Lo que más me ha gustado de él ha sido:

- Las comidas al sol, especialmente con mi compi E y la llamada sorpresa de un amigo al que hacía más de un año que no veía y que andaba cerca, quedamos para un aperitivo que se juntó con almuerzo y merienda. Esos planes imprevistos valen un potosí.

- Terminé el gorro Patricia del primer tejejuntos del año de Luymou y aunque era para terminarlo para el día de Reyes y yo lo hice un mes depués, quedé muy contenta con el resultado, y a la amiga a quien se lo regalé le encantó.


- He hecho jabón por primera vez, y aunque al principio tenía mis dudas, hice dos tipos distintos y ambos han cuajado bien, ahí andan curándose y esperando poder ser utilizados, tendré para usar largo tiempo y para regalar. He disfrutado mucho con el proceso, tal vez porque sus resultados son más a largo plazo, y a ver si así me voy "curando" de mi inmediatez y de esta intensidad que me caracteriza de querer tenerlo todo para ya.


- A mi insti vino una señora superviviente de la tragedia de Hiroshima y fue un acto muy entrañable y emotivo, que dejó a la mayor parte de los asistentes ojipláticos y boquiabiertos. Vino con su nieta, que nos traducía del japonés. A mí particularmente me emocionó, y me sorprendió que habiendo vivido una tragedia semejante, a tan corta edad, perdiendo a toda su familia, tuviese la energía y el optimismo vital que la acompañan.


- He experimentado la receta de kefta del libro Ma pétite boucherie vegan de Sebastien Kardinal y me han paracido una maravilla, receta y libro.

- He vuelto a leer un libro de Rafik Schami, Sofía o el origen del todas las historias. Su libro El lado oscuro del amor es de mis lecturas favoritas, y ésta no ha sido menos.

- He retomado las ganas de escribir, aunque no lo haga aquí, si estoy volviendo a anotar ideas, ordenado pensamietos y dialogando conmigo misma a través de las palabras que pongo por escrito en un papel.

- Y el mes ha terminado con una pequeña escapada al Algarve portugués, concretamente al interior, a los preciosos pueblecitos de Silves y Loulé, que merecen entrada aparte y que espero poder escribir. A mí visitar cualquier rincón del país vecino siempre me parece un buen plan.

Café DaRosa Silves

Mercado de Loulé

Interior del café DaRosa en Silves

Y un marzo recién estrenado que pinta bien, a ver qué nos depara.