viernes, 31 de julio de 2015

VACACIONES DE VERANO II

Continuando con el post anterior, si miráis el mapa, el primer día, lunes 6 de julio, teníamos uno de los trayectos largos, Estepona-Madrid, la mañana se nos fue en eso, con una calor que ya prometía cuando paramos en Córdoba a desayunar una buena tostada para reponer fuerzas.

Ese día llegamos a Madrid, a tiempo de comer con nuestra amiga Cris (nuestra anfitriona, ya que nos dejó su casa para que la ocupásemos) en La Tapita, un bar de barrio en la zona de Cuatro Vientos, concretamente en Aviación Española esquina calle Flautas, que ya conocimos el año pasado, donde con cada bebida te ponen una tapa (estilo granaíno) y cuya especialidad es la oreja. Este día se limitó a conocer la nueva vivienda de Cris donde nos quedaríamos y por la tarde noche quedar con Eva y Esperanza, dos amigas a quienes tuvimos la suerte de desvirtualizar el verano pasado, pasamos juntos una agradable tarde en Taxi a Manhattan en calle de la Basílica (zona Nuevos Ministerios) resguardándonos del calor extremo y del aire caliente que asolaba los madriles esos días. Más tarde mi costillo y yo decidimos cenar en El Jardín Secreto, un lugar más que recomendable, en la zona (y en la calle) de Conde Duque, que Eva nos recomendó el año pasado. Comimos de maravilla, por un precio más que razonable, como apunte, sirven la cerveza casi helada (lo que se agradece mucho con estas calores) y tienen unas ensaladas muy variadas y ricas, y la decoración del local es una maravilla, así como la amabilidad y el trato de su personal. 

No se lo contéis a nadie, pero en el Jardín Secreto hay unicornios.
El día siguiente nos decidimos por echarnos a la calle y pasar todo el día fuera, porque en el piso hacía más calor que en la calle (inconvenientes de un último piso en la zona sur y sin aire acondicionado), así que nos fuimos de museos, no sin antes pasar a tomarnos unas buenas tostadas en el Mercado de las Águilas. Nuestra primera visita fue el Museo Sorolla, todo un descubrimiento y un acierto (gracias Esperanza), que además de albergar una gran parte de su obra fue la casa donde el pintor vivió junto a su mujer y a sus hijos los últimos años de su vida. Si te gusta su obra (como a mí) contemplar sus cuadros es una gozada, pero además la casa en sí y sus jardines bien merecen incluso por sí solos la visita. Su patio andaluz y su jardín con reminiscencias o inspiración granadina y sevillana (La Alhambra y el Alcázar) son un buen refugio donde ocultarnos del calor afixiante de estos días.

Después de un paseo bajo el tórrido sol madrileño por la tarde le tocó el turno al Museo Romántico, ya que el verano anterior sólo disfrutamos de su terraza y adquirimos alguna que otra publicación en su tienda. Primero comimos de menú en el café del propio museo, el Café del Jardín, que por sólo 12 € está bastante bien, y el sitio es muy acogedor y bastante tranquilo (otra buena idea para huir del calor). El museo nos sorprendió gratamente, porque aunque el Romanticismo no es el movimiento cultural y artístico que más me gusta, como historiadora, el estudio del complicado siglo XIX español me apasiona, y a este respecto es mucha información la que ofrece. No os voy a aburrir con todo lo que en él podéis encontrar, pero de verdad que merece una visita sí o sí. 

Y lo mejor de ese día, aún estaba por llegar, porque al atardecer tuve la suerte de que Blanca, la Retalera, me ofreciera un pase  "only for my eyes"(y algunos otros más, je je) de sus preciosas y divertidas telas, en su patio compartí risas, charla y merienda-cena con ella, Bego (Begobolas) y Ana Confeti (Confeti en los bolsillos) ¿Qué voy a decir? Que me encantó ponerles cara, verlas en 3 D, desvirtualizarlas, y que me hicieron sentir de maravilla, como si ya las conociera. Gracias a las tres, por vuestra compañía y por vuestros presentes (mi neceser monísimo de la muerte, unos posavasos que son primor y unos postres que devoré antes de poder sacarles una foto). Estoy deseando repetir, así que en otoño no descarto haceros una visita o ir a una edición del Mercado de motores para pasar otro rato tan divertido con vosotras.


Telas divinas de la Retalera y regalitos monísimos.
Aquí casi acabó nuestra aventura en los madriles, ya que tanta calor nos animó a marcharnos buscando destinos más frescos y más al norte, cuan equivocados estábamos, con lo de buscar el frescor. 

El día siguiente, miércoles ya, nos limitamos a buscar un buen sitio donde desayunar (lo hicimos en un pequeño barecito frente al museo Reina Sofía) y visitar el Museo sólo para que mis ojos pudieran contemplar el Guernica, que tiene delito, siendo historiadora y profe además, que cada año en 4º de la ESO habla de ese cuadro a sus alumnos y hasta ahora no lo había visto. Una vez cumplido el objetivo pusimos rumbo al País Vasco, nuestro próximo destino. 

Os lo cuento en breve. 




lunes, 27 de julio de 2015

VACACIONES DE VERANO I

Echo un vistazo al blog y ni me acuerdo cuando y qué publiqué por última vez, lo veo ahora, y hace casi mes y medio que no paso por aquí. No es que decida cerrar por vacaciones, todo lo contrario, ya que ahora tengo más tiempo, pero la vorágine del fin de curso y el inicio de las vacaciones siempre me atrapan.

Andaba dándole vueltas a si publicar nuestro periplo viajero de estos días, animada al leer las crónicas de Begobolas, por ejemplo. Pero fue al hablar hoy con un compañero, que me pedía una serie de recomendaciones sobre Roma, y de repente, le dije, "no me acuerdo cómo se llamaba ese restaurante del Trastevere que tanto nos gustó" cuando he pensado que puedo hacer del blog un cuaderno de viaje, más sucinto, por supuesto, no os asustéis, de los que solía hacer antes en mis viajes (costumbre que no debí perder en ningún momento).

Con algunos cambios, éste ha sido nuestro viaje.
En fin, que aquí estoy, por el momento, sólo contaros, que hemos estado fuera 17 días, empezamos el viaje el pasado 6 de julio, después de que yo descansara algo tras un ajetreado fin de curso, y pusiera orden en el caos de casa (eso merece post aparte, ya os contaré). La intenteción era salir de Estepona y pasar por Madrid unos días, subir al País Vasco y de ahí entrar a Francia, hasta llegar a Burdeos ,y de ahí, en un itienerario por otras ciuades del sur de Francia que ya os detallaré llegar hasta España entrando por Cataluña, teníamos claro que hasta Girona, a partir de ahí, fuimos improvisando un poco, pasando por Teruel y algunos sitios más hasta volver al punto de partida. Hicimos un itinerario flexible, porque nos conocemos, y que luego en función de gustos, antojos y otras variantes hemos ido modificando sólo un poco, haciendo todas las paradas que hemos creido conveniente sobre la marcha y cerrando la reserva de algunos hoteles de un día para otros, otros estaban ya decididos de antemano.

Lo mejor ha sido viajar a nuestro aire, conocer lugares nuevos, volver a otros que nos gustan y sobre todo conocer sitios juntos, que antes alguno de los dos había visitado por separado, visitar amigos, hacer otros nuevos, desvirtualizar a otros y DESCONECTAR, que me hacía mucha falta.

Llevamos en casa cinco días y estoy de una pereza terrible, claro que con estas calores no es para menos, llegamos con una ponentera horrible, y en esos días, ni bajar a la playa se puede (o apetece), aparte de darme algún que otro chapuzón en la piscina, poner lavadoras y recoger ropa, leer un poco, tirarme al sofá con el iPad he hecho bien poco, pero es justo lo que me apetece, apenas salir a pasear de noche, ir a un concierto en la playa, cocinar para los amigos o comer unos espetos al borde del mar.


Y vosotros, ¿cómo lleváis estas calores?

En un próximo post, si mi sesera no se ha fundido del todo, os voy contando las distintas etapas del viaje.