domingo, 26 de junio de 2016

DIVAGACIONES DOMINICALES.


"Hartazgo" - Flavio Zarck
Aquí estoy de nuevo, a solas con mis pensamientos. Que tengo el blog abandonado es un hecho, pero ese mes de junio ha pasado con más pena que gloria, sobre todo porque está pasando con una rapidez de vértigo. 

Ando enfrascada en el fin de curso, ahora sin niños y con la pesada "burrocracia" a la que nos somete la administración, también soy correctora en las PAU (esto terminará el próximo 29) y por supuesto sigo siendo una buscona, en el sentido de que voy dando los pasos necesarios para conseguir mi propósito, aunque no sea fácil, pero de esto último no me apetece hablar, porque no sé si os pasa, pero después de darle tantas vueltas he decidido simplemente pasar a la acción e ir dando pasos sin pensar demasiado en los siguientes.

La cuestión es que hoy necesitaba un desahogo, llevo unos días muy regular, con la ansiedad disparada, muchos rato de tristeza, y siento que no tengo tiempo para mí y para mis cosas. Para cuidarme, mimarme. Puedo resultar quejica, y algunos pensaréis, "si te quedan días para las vacaciones". Sí, es así, pero siento que ocupo mi tiempo con mil cosas y siempre estoy aceptando propuestas de los demás para tratar no disgustar a nadie, salvo a mí misma.

Y claro, a veces, pues estallo. Estos son días de muchos compromisos laborales y sociales, no sé cuántos días hace que no como en casa, y para mí es un aspecto importante, al que a menudo quienes me rodean quitan importancia. Tengo problemillas de estómago, el estrés afecta mucho a esa parte de mi cuerpo, y además soy intolerante a la lactosa y hay muchas cosas que la contienen y que no debo comer. Así que igual que mucha gente disfruta comiendo fuera a menudo, a mí me gusta cuidarme, disfruto haciéndome cosas que me gustan y además me sientan bien (a veces es sólo una ensalada, un licuado de frutas o una tostada con mi té favorito), pero a veces me siento incomprendida, y llega un punto en que me pongo de mala leche cuando la gente insiste en cosas del tipo: "cómete uno, anda que por uno no te pasa nada", o te piden otra cerveza o vino sin pedirte tu opinión, es como cuando has dejado de fumar (lo sé porque soy exfumadora desde hace algo más de 8 años) y la gente te dice en un sarao "por un cigarro no pasa nada".

Luego, con tantas horas fuera y llegando a casa para ducharme y dormir mi casa anda hecha un cajón-desastre, limpia pero desordenada, cosa que no me ayuda a sentirme mejor, porque el caos visual a mi alrededor me saca de mis casillas, y no os digo nada cuando trato de encontrar algo y no hay manera. Ejemplos varios: en mayo estuvimos de viaje en Córdoba, el costillo me regaló un pequeño objeto de decoración que me gustó mucho en una tienda, es una simpleza, pero sigue por algún rincón de esta casa (no muy grande) en el envoltorio en el que nos lo dieron en la tienda, pero no sé dónde. He comprado ropa recientmente (o no tanto) que necesito arreglar (bajos de un pantalón, el largo de un vestido), y ahí andan colocados en algún lugar a la espera de tener unos minutos. He comprado platos y vasos nuevos, más bonitos, y ni tiempo me ha dado de colocarlos o usarlos, también andan ahí almacenados en un rincón.

Y hoy al fin tengo tiempo, para desayunar lo que me apetece tranquilamente, para almorzar una comida rica cuyos ingredientes compré ayer, para bajar a la piscina, o la playa, o tirarme en el sofá o en la terraza a leer un libro, o coger la máquina y ponerme a coser, para tener el móvil apagado y que nadie me moleste. De esto tengo ganas hoy, pero de nuevo tengo propuestas para salir a comer y a merendar, pero no quiero y no me apetece, y a veces me cuesta mucho decir un rotundo NO, porque parece que una es rara si dice que no le apetece.

En esto hay otro aspecto impotante, este curso ha sido difícil para mí, al nada de empezarlo me dieron la baja por riesgo de aborto, riesgo que como ya sabéis terminó haciéndose realidad, cuando conseguí levantar cabeza vino lo de mi padre, en fin que no he sido yo unas castañuelas con los compañeros y amigos este año, y ahora que empecé a salir del cascarón y a relacionarme más parece que no pudiera rechazar ningún plan, y os parecerá una tontería pero me agobia.

A veces, y a riesgo de que el costillo me lea (que sé que a veces lo hace), él también me agobia, cuando me dice que soy muy cuadriculada, o que salimos poco, y yo siento que no paro, de salir y de complacer a los demás.

Llegado este punto me he desahogado al compartirlo, aunque releyendo lo escrito me pregunto a quién podrán interesarle estas palabras. Pero ésta es mi bitácora, así es como me siento y me gustaría dejarlo aquí.

¿Os pasan estas cosas a vosotros? ¿Puedo parecer un bicho raro a ojos de los demás?

Por favor, que llegue pronto el día 1 de julio y que comiencen las VACACIONES. Yo sólo necesito tiempo y descanso.

*La imagen que acompaña este post a tomé de la red, es "Hartazgo" una escultura de Flavio Zarck.

lunes, 6 de junio de 2016

MAYO: CALIDEZ Y FLORES.

El mes de mayo nos ha dado una tregua, y ha sido más benévolo que abril. En mayo por fin dieron el alta a mi padre y se está recuperando tan a gusto en casa.

Ha sido un mes en el que tras tanto viaje y tan poco parar en casa hemos tratado de hacerlo algún que otro fin de semana. Aparte de eso, ha tenido muchas cosas buenas, y éstas son algunas de ellas:

- Disfrutar de salir a comer con los amigos. Tengo compañeras, que además son amigas, con las que me cruzo cada día en los pasillos del insti, sin tiempo de más, así que la comida en El Tomate con mi amiga Cris y disfrutar de una tarde de risas y compras fue estupendo. (Y curiosamente empezamos el mes así y lo terminamos igual, con una tarde para nosotras tras una intensa sesión de evaluaciones).


- He disfrutado de varios libros, pero el mejor de ellos, Una madre, de Alejandro Palomas.

- El taller de huerto urbano al que he asistido con mi amiga Ana, que además ha dado sus frutos y están en mi terraza en forma de incipientes lechuguitas y rabanitos.


- El viaje a Marruecos que os contaba aquí.


Ámate primero a ti mismo

- Es el mes de nuestro aniversario, y esta vez mis costillo me sorprendió con gratas sorpresas.

- La visita a la clínica de RA en Sevilla, por fin han dado con mi problema, primero tuve que asimilarlo, aceptar tanta tardanza en descubrirlo, cabrearme un poco, y ahora estamos dando los paseos necesarios para resolverlo (afortunadamente se puede, y eso es lo importante). Aprovechamos ese día para comer y pasear por mi ciudad, tomar caracoles con cervecita al sol y llegar a casas a las tantas reventados para currar al día siguiente (pero sarna con gusto no pica).


- Estoy contenta porque ha sido un mes intenso, en lo personal y en lo laboral, pero he sabido capearlo bien y con una sonrisa. Ha habido salidas con amigos, tardes de merienda, paseos al sol, arrelgo de plantas, libros sorpresa en mi taquilla y alguna que otra cosas que llevaba tiempo queriendo hacer y que me ha hecho muy feliz.

Esperemos que junio sea tan bueno, o al menos que no acabe como el gallo de Morón, que estoy deseando que termine este curso.

¿Cómo ha sido para vosotros mayo? ¿Qué nos deparará junio?