jueves, 28 de mayo de 2015

DE MAMÁS AÑOSAS Y OTROS AGOBIOS


Que tengo este rincón en el abandono no es cosa nueva a estas alturas, pero mis motivos, tal vez sí, y son los agobios varios que tengo a estas alturas del curso o del año. No fue un año que empezara bien, con la quemadura de mi pie (que aún no está curada del todo) y la enfermedad de mi padre que lo tuvo mucho tiempo en el hospital y con un pronóstico bastante grave, afortunadamente todo eso se ha ido solucionando.

Ahora el caso que me ocupa no es otro que el de ser mamá, añosa, según he descubierto esta semana, y digo he descubierto, porque así ha sido. Antes de esta semana ni siquiera sabía de la existencia de ese término, que al parecer se emplea para referirse a todas aquellas mujeres que son madres más allá de los 35-37 años (son las edades que se comentan en los blogs de referencia). Y este es un asunto que me tiene bastante agobiada, ansiosa y por momentos tristes.

Con un poco de suerte y si las cosas van bien, seré una de esas mamás añosas, y lo llevaré con orgullo, porque como dicen mis niños de clase, no sé si tomármelo como halago o no, yo no parezco "tan vieja", jajaja. Que eso es una historia de hace unos añitos, cuanto yo aún tenía 35 y mis alumnos de primero me preguntaron un día en clase "si yo era de la edad de la maestra Ana", y yo les pregunté ¿y qué edad os ha dicho que tiene la maestra Ana? A lo que contestaron que 27 (mi compi tenía exactamente los mismos que yo), y yo les dije, claro, claro, sí, sí, y entonces me pretendieron halagar (en su bendita inocencia) con un "señorita, pues usted no parece tan vieja".

En fin, que me salgo del tema y me despisto, quizás porque me cuesta hablar de esto. A ver, el toro por los cuernos. Ya sabéis que me operé de útero septo en octubre del pasado año, a finales de noviembre mi gine me dio luz verde, y en diciembre empezamos la búsqueda (infructuosa) de nuevo. En esa ocasión fui a consulta, no me hizo eco ni nada y me dijo que estaba bien, y me advirtió de que si en 6 meses no lo conseguíamos volviéramos por su consulta. Con motivo de que mis ciclos se han alargado desde entonces y ahora duran más o menos 38 días, que yo no estaba tranquila con no haberme visto mediante una eco el resultado de la intervención, y que me estoy impacientando en la búsqueda, porque este mes ya sería el sexto intento, me adelanté y pedí cita para el sábado pasado. También aprovechando que algunos sábados mi gine pasa consulta en el hospital este día de la semana, así no tenía que faltar unas horas al trabajo ni dar ninguna explicación.

Allí nos plantamos, me revisó, me confirmó que todo está bien mediente una eco, me pidió una completa analítica y un sinfín de pruebas (algunas repetidas, pero como han pasado unos meses). Y finalmente, ya sentaditos con él junto a su mesa nos dijo que quizás había llegado la hora de pedir una ayudita, en reproducción, buscar una clínica e intentarlo, asegurándome que todo está correcto, pero que por mi edad, él no dejaría pasar más tiempo, y es que a quién voy engañar, son ya 40 años, y como él mismo dijo, mis óvulos tienen la misma edad que yo, ahora que tengo aún buena reserva ovárica debería intentarlo.

No nos dijo nada que nosotros no supiéramos a estas alturas, pero fue un jarro de agua fría y salí de la consulta hecha un trapo y llorando a moco tendido, he de decir que ya antes de entar me encontraba bastante nerviosa. Desde entonces y hasta hoy llevo una semana que se me está haciendo bastante difícil, con la ansiedad por las nubes, las emociones a flor de piel, la lágrima fácil, mucho cansancio y demasiado sueño. Y por supuesto el tema de la fertilidad y las clínicas se han convertido en mi monotema, miro por internet, consulto foros, y no termino de decidirme, no por una clínica en concreto sino por ir mismamente. Tengo claro que quiero intentarlo, pero a veces pienso si continuar sólo por el método tradicional y si no llega será que no es para mí, pero entonces me pongo triste y pienso, que tal vez no esté siendo valiente y deba intentar todas las opciones que estén a mi alcance.

Llevo días dándole vueltas a si escribir esta entrada o no en el blog, pero hoy  ha llegado un punto en el que ya no puedo más. Estamos poniendo toda la carne en el asador, voy a una psicoterapeuta, a la que ya acudía antes por otros asuntos, que es osteópata y con la que estoy haciendo un tratamiento semanal basado en la medicina china, en el que confío mucho, esta misma tarde he estado con ella, y he salido calmada, relajada, pero de nuevo con las emociones a flor de piel y mil dudas.

También he leído un libro del método Shantivir de Fertilidad Natural de Virginia Ruipérez que estoy intentado poner en práctica, en el mismo, se aconseja que te des unos meses desde su lectura y su puesta en práctica hasta que decidas que debes intentar un tratamiento de reproducción asistida (que por supuesto no sería incompatible con este método).

Y necesitaba contaros todo esto porque estoy perdida, como un desahogo, por el momento y hasta que esta entrada vea la luz, no lo hemos comentado con nadie (sólo la posibilidad con mi mejor amiga vía whatsapp). Por una parte no queremos contarlo a los cuatro vientos, por otra no sabemos a quién, con nuestras familias respectivas no podemos contar para ello por diversos motivos, preferimos que no lo sepan (para mí es duro no poder tener el apoyo de mi hermana o mi madre), por otra parte está la parte económica, porque ni seguro privado vía Muface ni S.Social se hacen cargo de estos tratamientos en pacientes mayores de 40 (y si alguien me va a comentar esta entrada diciéndome que lo ve bien porque he tenido mucho tiempo para ser madre le rogaría que se abstenga, y es que ya he visto esos comentarios en otros blogs, así que me adelanto, porque duelen, y mucho), pero como decía mi abuela, si un problema se puede resolver con dinero es que no es un problema ( a esta parte ya le hemos hallado solución), y por último el desgaste personal, sicológico y anímico que todo esto conlleva. Y encontes pienso que lo daremos todo, pero que si por un motivo u otro no podemos ser padres, no podemos vivir amagardos, que entre tanto tenemos que disfrutar de la vida y de nosotros, como bien dice mi costillo llevamos muchos años siendo felices sin hijos, querer queremos tenerlos, pero si no vienen no podemos hacer más.

En esta situación me encuentro, y aquí he venido a contaros, no sé muy bien buscando qué, creo que sólo el desahogo y quizás unas palabras amables al otro lado.

Ahora mismo soy una montaña rusa de sentimientos y emociones, hoy pienso una cosa, mañana otra. Aún podría haberse obrado el milagro y que este mes lo hubiésemos conseguido, ojalá. Pero en cualquier caso he barajado una serie de clínicas, cuyos nombres dejo aquí por si alguien las conoce y me puede dar su opinión (Guttemberg Málaga, la recomendaba por mi gine, FIV Marbella, Quirón Málaga), voy a inentar echarle valor y animarme y pedir citas en ellas, como la primera cita es gratuita, a ver qué impresión me dan, y por supuesto me haré todas las pruebas que me ha mandado el doctor, para ver cómo sigue todo.

También me ha recomendado buena alimentación y caminar mucho. Lo primero ya lo hago, lo segundo lo tengo un poco abandonado, pero he de echarle ganas igualmente, porque me vendrá bien seguro para mejorar mi estado anímico.

Entre esto y el final de curso, para el que ya queda poco, tengo la ansiedad por las nubes, me ha ayudado bastante ir poniendo orden en casa, porque era un caos, aunque aún queda mucho por hacer, la habitación cajón desastre (desde la que os escribo) aún sigue siéndolo. He decidido que haré caso a la recomendación de mi querida Begobolas y me voy a hacer con el libro de Marie Kondo, La magia del orden, del que nos habla aquí  y a ver si me ayuda, que creo que me puede venir muy bien.

Gracias por estar al otro lado y escucharme.




martes, 19 de mayo de 2015

BUSCANDO EL SOSIEGO

Tengo este espacio, esta pequeña mesa de camilla, un poco abanonado en los últimos tiempos, y no precisamente porque no me apetezca escribir, es más, lo necesito, para encontarme, para fluir, para desconectar, y la mayor parte de las veces para ordenar mis ideas.

Últimamente tengo una vida social demasiado intensa, que no es me queje, pero entre eso y el final de curso y escapadas casi cada fin de semana siento que "ando un poco hecha un trapo", voy apagando fuegos y necesito calma, calma para retomar actividades placenteras, como la lectura, la costura, escribir, cocinar despacio...y como sólo depende de mí, voy a ir frenado el ritmo y aprendiendo a decir no y a centrarme en lo que verdaderamente me interesa o me apetece. Hoy lo hablaba con una compi y amiga del trabajo y se reía, me decía que no podía evitarlo, porque ve que me hago buenos propósitos pero luego me apunto a un bombardeo, y razón no le falta.

Necesito tiempo para estar conmigo misma, para mimarme, para cuidarme y también para dedicar más tiempo de calidad a mi relación de pareja, ya que mi costillo también sufre las consecuencias, la mayoría de las veces gustosamente.

Sigo en el proceso de conseguir mi objetivo número uno, que a estas alturas ya sabéis cuál es, y creo que para ello también es importante un buen estado mental y anímico y por supuesto energía, jeje.

El otro objetivo que me marco a corto plazo es el de poner orden en el caos en el que ando sumida, y es que lo del orden, si no me pongo a ello, va a volver a ser mi asignatura pendiente, y últimamente es algo que me agobia mucho. He empezado por hacer cambio y limpieza de armarios y me he deshecho de cosas que por un motivo u otro ya no quería (regalando, tirando, donando...) pero sigo teniendo muchas cosas y mucho caos, la habitación de los horrores va cada vez peor, con ropa por todas partes (aún no he completado el cambio de temporada, otras están pendiente de arreglos...), el escritorio con montañas de cosas (y digo cosas porque hay de todo, pelis, cables, cd's, discos duros, papeles médicos y objetos varios), así que cuando busco algo pierdo un tiempo infinito. Si hubiera un servicio o un coaching, o algo parecido, que me ayudara a organizar mi casa y mi ordenador y resto de dispositivos digitales, gustosamente pagaría por ello, ha llegado un punto que no sé por dónde empezar. Se admiten sugerencias.

En próximas entradas quiero hablaros de libros, contaros nuestas últimas escapadas, el concierto de Jorge Pardo y un sinfín de cosas que me rondan esta cabecita.

Amenazo con volver, pronto.