miércoles, 6 de agosto de 2014

VACACIONES: DE LA COSTA AL INTERIOR

Estamos de vuelta, llevamos poco más de una semana en casa y me apetecía escribir sobre nuestras vacaciones de interior, y las llamo así, porque en esta época cuando la mayor parte de la gente va buscando la costa, nosotros, que vivimos aquí todo el año, huímos hacia el interior. Esta vez teníamos muchas ganas de volver a Madrid por motivos varios, y luego ya se vería (que acabó siendo Cuenca). Hemos hecho un intercambio de casa, eso sí con una amiga nuestra, y ha sido una idea genial que me encantaría poner más en práctica, por el ahorro y por la comodidad de pasar una semana como en casa.

¿Qué cosas hemos hecho en estos días?

La idea principal era saciarnos de cultura, permitidme la expresión aunque pueda resultar pedante, pero el resto del año (salvo excepciones y escapadas) es algo que donde vivimos echamos bastante de menos. Así que en mi libreta llevaba anotadas todas las exposiciones que queríamos ver y/o museos que queríamos visitar, y os advierto que alguna más cayó de las que no estaban previstas.

Nuestra primera visita fue en Granada, concretamente en Ventas de Huelma, para reunirnos con nuestra amiga Merche y cambiar las llaves de casa con su hija, de paso aprovechamos para hacer y disfrutar de una barbacoa estupenda y por supuesto de una inmejorable compañía, las risas estuvieron aseguradas. Al día siguiente, más tarde que temprano, pero sin prisas, emprendimos rumbo a la capital, donde llegamos por la tarde y cansados del viaje y de la velada de la noche anterior, así que aparte de aposentarmos lo único que hicimos fue dirigirnos a conocer el bar que nuestra anfitriona nos había recomendado, por otra parte el único que quedaba cerca de su casa, así que en LA TAPITA, en Aviación Española con Calle Flauta nos zampamos, además de las tapitas que nos pusieron, una buena ración de oreja (especialidad de la casa, y plato que yo andaba deseando volver a probar).


En el DÍA 1 ya plenamente incorporados a nuestros quehaceres vacacionales (¡qué me gustan esos quehaceres!), y siguiendo las recomendaciones de Eva (Itacabuscandoaulises) nos fuimos a pasear por el barrio de Conde Duque, y vaya si me sorprendió, por la de veces que habremos pasado "cerca de" en otras visitas a Madrid y ni se nos había ocurrido que pudiera estar tan cerca y tan céntrico un lugar con tanto encanto. Perdernos por sus calles y seguir algunas de las recomendaciones de Eva fue una delicia, os recomiendo este post suyo que os dará más información. La Plaza de la Guardia de Corps, la de las Comendadoras y la de Cristino Martos son un buen lugar para tomarnos un respiro. También visitamos el Centro Cultural Conde Duque y su exposición sobre pintura contemporánea "Madrid, caminos infinitos" (de entrada libre y gratuita) que me sorprendió gratamente. Para comer, también hicimos caso a tan buena cicerone y nos decantamos por el MÜR CAFÉ, quedamos encantados con su menú semanal (preparado por una nutricionista), en este caso tomamos como entrante una crema de pimientos rojos y nueces (cuyo nombre no recuerdo), y de menú una crema de pepinos, yogurth y aguacates (como la que publiqué en la entrada anterior), una ensalada de quinoa con pechuga de pollo, naranja y aguacate, y de postre un licuado de marandina y melocotón (mi costillo cambió la ensalada de quinoa por un espectacular sandwich griego) y en lugar de agua tomó una cerveza natural tostada "La Virgen", que por cierto nos encantó y no hemos sabido encontrar. La comida es estupenda, pero el encanto del local es inigualable, me pareció un lugar con mucho encanto, lleno de detalles, con un trato estupendo, tranquilo y apto para veladas de todo tipo (la próxima vez he de probar sus desayunos, y habrá próxima vez porque repetiremos, de eso no hay dudas). Más tarde y después de un paseo nos tomamos el cafelito (yo mi té) en otro local cercano, LA CAJITA DE NORI en la misma plaza de los Guardias de Corps. Por la tarde, en la FUNDACIÓN MAPFRE visitamos una de las exposiciones que más no ha gustado, la de fotografía de CARTIER-BRESSON, es una pasada, y también gratuita, a los que tengáis la suerte de estar cerca os la recomiendo encarecidamente (a quienes no, también) estará hasta el próximo 7 de septiembre. Esto es lo más destacado de este primer día, que nos cundió mucho, luego algún paseo y vuelta a casa a preparar una cenita tranquila. Tampoco os voy a detallar las 24 horas de cada uno de esos días, aunque capaz soy, que no tengo medida.


El DÍA 2 era el día grande de mi costillo, por supuesto había que visitar (o revisitar según se mire) el recientemente renovado MAN (Museo Arquológico Nacional), que para un arqueólogo como él es una visita obligada (según él) o como llevar a mis sobris a Eurodisney (según yo), fue una visita que nos encantó y que nos llevó casi toda la mañana (aún dividiéndonos para atender a la preferencias particulares de cada uno), y que por supuesto también tenemos que repetir en alguna otra ocasión. El precio de la visita está muy bien, 3 €, aunque hay entradas reducidas y gratuitas (como fue en nuestro caso), os remito a su página web. Durante la tarde y tras comer en LA VAQUITA, en Chueca y junto al Mercado de San Antón, nos dedicamos a pasear, tomar el té y a hacer alguna que otra compra. Sobre el Mercado de San Antón, estuvimos dando una vuelta e intentando buscar un lugar donde comer, estaba a tope (viernes a mediodía) y aunque nos pareció un lugar "chulo" lo encontramos demasiado snob, personalmente me gusta más el de San Miguel.

El DÍA 3 fue estupendo, porque contamos con otra cicerone de lujo, nuesta amiga Esperanza, a quien ambos conocemos desde hace años de CIAO, pero a quien no hemos podido desvirtualizar hasta ahora. Pasamos más de 12 horas juntos y fue estupendo, como si nos conociéramos de toda la vida, las risas estuvieron presentes toda la velada, y para colmo nos llevó a comer a una "Crêperie",concretamente a LA CREPERIE EASYCREP del Paseo Rosales, donde almorzamos las crêpes más grandes que yo haya comido nunca (ni en la France), aunque por supuesto antes estuvimos tomando un té en HD (o Cuéntame, ella me entenderá, y las siresas que pasen por aquí supongo que también) en Guzmán el Bueno. Ese día paseamos y callejeamos mucho, nos contamos mil cosas, descubrimos que tenemos un montón de cosas en común (sobre todo a la hora de elegir vestidos) y terminamos tomando un refrigerio en una terracita de la Plaza de Santa Ana, no sin antes anotar en mi agenda varias frases memorables de Esperanza Redondo, desde aquí, y de nuevo, mil gracias.


El DÍA 4, siguiendo también recomendaciones de Eva nos dirigimos al BARRIO DE MARAVILLAS/MALASAÑA, que como el de Conde Duque también nos encantó, a mí especialmente las librerías, y dos en particular, LIBROS PARA UN MUNDO MEJOR y TRES ROSAS AMARILLAS a las que estoy deseando volver, o ver si puedo pedir vía Internet o por teléfono. También me gustaron algunas tiendas de ropa y complementos, bares, plazas, el ambiente del barrio en general, pero por y sobre todo las mejores croquetas me he comido nunca, no sé si son o no las mejores de Madrid, porque nos las he probado todas, pero doy fe que son las mejores que han entrado en mi boca, las de CASA JULIO (en Calle Madera, 37), aún salivo (cual perro de Paulov) al recordarlas. Por la tarde, de nuevo exposiciones, primero en el THYSSEN, "Mitos del Pop", que me pareció muy divertida, y más tarde la de "El Greco y la pintura moderna" en el MUSEO DEL PRADO, que es de las que también considero de visita obligada. A la salida del museo nos fuimos al MURILLO CAFÉ, en Ruíz de Alarcón (a las espaldas del museo) a tomar algo, deliciosa y muy recomendable la tarta de zanahorias y como curiosidad que en su carta tienen ginger ale entre las bebidas, lo que no suele ser muy habitual en otros sitios.


El DÍA 5 con una calor sofocante tocó ARANJUEZ, que yo particularmente tenía muchas ganas de visitar porque lo desconocía. Fue un día de mucho calor, por lo que optamos por subirnos al chiquitren y pegarnos una hora allí sentaditos haciendo una visita al pueblo, los alrededores del Palacio Real, los jardines, el museo de faluas reales y demás para luego almorzar frente al palacio en el RINCÓN DE GODOY, y de allí acompañados por la calor sofocante encaminarnos a CHINCHÓN, otra buena recomendación de nuestra amiga Espe, su Plaza Mayor nos encantó, más aún cuando a su sombra en un día como ese pudimos sentarnos a tomar algo fresco. Su peculiar plaza de toros ya estaba montada y pudimos verla, y otras visitas destacables son la iglesia de la Asunción, el Convento de San Agustín (ahora Parador Nacional), el castillo de los condes o la torre del reloj. El día no fue el más indicado, porque las temperaturas fueron muy elevadas, así que vuelta a casa, descanso y salida a cenar fuera y cerca (ya imaginaréis dónde).


El DÍA 6 madrugamos un poquito (aunque algunos no llamarían a eso madrugar) para tomar unos churros con chocolates en el MERCADO DE LAS ÁGUILAS y poner rumbo a un "pueblito" perdido que mi santo tenía interés en visitar, PATONES DE ARRIBA. A mí particularmente no me gustó mucho (por no decir nada), primero estaba desierto, y cuando digo desierto digo "ni un alma", me moría de sed y no había lugar alguno donde comprar o beber agua. Luego apareció una señora poniendo comida a los gatos y un par de turistas despistados como nosotros que llegaron más tarde. Teniendo en cuenta que a ambos nos encanta el turismo rural y que son muchos los pueblos perdidos, e incluso semi-abandonados o con pocos habitantes que hemos visitado, este me pareció un decorado, todo muy restaurado, en plan parque temático. Aunque por lo que he leído y por lo que me comentan, en fines de semana y períodos vacacionales como Semana Santa y Navidad se convierte en una especie de parque temático con cada casa convertida en bar o restaurante, tiendas, souvenirs y demás, así que pensándolo bien, igual hasta tuvimos suerte de vistarlo en un día como aquel y ¿disfrutarlo? sólo para nosotros. Supongo que por su situación, algo apartada y en medio de la montaña, para los madrileños que huyen de los agobios de la ciudad puede tener su encanto, a mí se me ocurren lugares mejores igualmente cerca de Madrid.

Por esos lares también paramos en TORRELAGUNA, lugar de origen del Cardenal Cisneros, que tiene una bella iglesia (al menos desde fuera) que no pudimos visitar. Hicimos un breve recorrido por el pueblo, siguiendo su muralla, no nos entusiasmó, pero al menos a mí me dejó mejor sensación que su vecino Patones, aunque he decir que el entorno y el camino que nos llevó hacia estos lugares me pareció muy bonito.


Lo mejor del día estaba por llegar, primero y obligado, comernos un bocata de calamares (manjar de dioses) en CASA RUA, en la Plaza Mayor, íbamos bien aconsejados. Si las croquetas de Casa Julio me parecieron las mejores que he probado, eso mismo me pasó con el bocata de calamares. Luego para bajar el bocata y hacer tiempo estuvimos paseando hasta dirigirnos al MUSEO ROMÁNTICO, donde tuvo lugar la otra desvirtualización de este viaje, y pudimos conocer a Eva, a quien vuelvo a dar las gracias por dedicarnos su tiempo y por descubrirnos un lugar tan bonito y con tanto encanto como el jardín de la Cafetería del Museo, nos encantó, pero aún más su compañía. Eva es una persona a quien tenía ganas de conocer fuera de este ciberespacio y ha sido una experiencia estupenda, porque es tal y como la imaginaba, tal como se muestra en Ciao y en su blog. Se me hizo corto, y por supuesto estoy deseando repetir. Quedaron muchos temas pendientes, claro, como ninguna hablamos, pero estoy segura de que tendremos ocasión de volvernos a ver y charlar largo y tendido (No me olvido de un correo con lugares donde buen yantar en Sevilla).


Tras su marcha, nosotros nos quedamos allí tomando otra cosa, fue muy divertido porque una mujer de Málaga que estaba allí sentada en un banco cuando nos despedimos de Eva se dirigió a nosotros y nos preguntó que si éramos de Málaga, que cómo habíamos ido a parar allí, y que muchos madrileños no conocían aquel rinconcito, fue gracioso porque dijo, "con las ganas que tengo yo de ir a Málaga y vosotros os venís aquí", aunque luego nos explicó que en una ciudad como Madrid también se estaba muy bien, aunque echase de menos muchas cosas.

Al salir del museo romántico y ponernos a caminar sin rumbo fijo hasta llegar a coger el metro, en una tienda muy chula de la calle Fuencarral y de una forma muy casual me econtré con el vestido que andaba buscando y que luciré en septiembre para la boda de unos amigos. De vuelta a casa felices y contentos, retomamos impulso, una duchita, un cambio de ropa, y vuelta al origen, como el día de nuestra llegada nos fuimos a LA TAPITA para obsequiarnos con otra buena ración de oreja, y es que por aquí no es plato común, tal como sucede con los bocatas de calamares.

EL DÍA 7 amanecimos en Madrid, nos volvimos a premiar con un buen desayuno, hicimos unas compras, recogimos y pusimos rumbo a CUENCA, donde pasamos tres días. Yo no conocía Cuenca y es una ciudad que me ha gustado mucho. Muy monumental por supuesto, y que se ve en un día, me ha gustado su gente, su comida (aunque platos como el ajoarriero o el morteruelo resultaban un poco pasados para estas calores). Destacar los bares de la Plaza Mayor, concretamente la TABERNA EL BOTIJO y el RESTAURANTE MANGANA, en ambos picoteamos y cenamos muy bien, y también los desayunos estupendos que sirven en el bar que ocuapa las ruinas de la IGLESIA DE SAN PANTALEÓN, un lugar con mucho encanto próximo a la catedral. Como poco recomendable el RESTAURANTE MESÓN JOSE (sin tilde, como ellos especifican en su toldo y publicidad), ya en la parte nueva, en calle San Francisco, 18, donde un desayuno espantoso para dos nos costó la friolera de 12,60 €, con unas tostadas que eran pan mojado y no había por donde coger, un zumo de naranja que me costó 3,50 y era un vaso casi de chupito con unos enormes cubitos de hielo, en fin un desastre, y lo peor, que a nosotros nos cobraron los cafés a 1,30 € cuando a unas "parroquianas" que estaban sentadas a nuestra espalda le cobraron por lo mismo 1,10 €, en fin para no repetir. Por lo demás genial, y el hotel EXE CUENCA muy recomendable, por sus instalaciones, por la amabilidad de su personal y por un precio excelente.


De Cuenca no os voy a contar mucho más, se me ocurre algo mejor, os dejo un enlace a un blog de senderismo donde mi costillo cuenta algo más sobre alguna rutita que hicimos por los alrededores.


Sólo decir que han sido unos días estupendos, que me han venido genial para desconectar, que a mi vuelta no he parado, de sarao en sarao, hemos tenido comidas en casa, con los amigos, celebraciones y demás. Los últimos días en cambio no han sido muy buenos, pero hoy me apetecía más contaros esto para contrarrestar y para fluir. (Dice Elsa Punset que una emoción negativa se contrarresta con otra positiva del mismo signo, y eso he intentado hoy narrándoos mi periplo por los madriles y distrayendo mi mente de otros asuntos).

Gracias de nuevo a Espe y a Eva por ser personas generosas y magníficas anfitrionas, estoy deseando volveros a ver. Y para la próxima visita a Madrid, da por hecho Begobolas que también te tendré al tanto para que podamos desvirtualizarnos, jeje. Me apunto como pendiente: visitar el Museo Romántico, el Museo Sorolla, tomar un té en el Jardín Secreto, y volver al Parque del Capricho, uno de mis lugares favoritos de Madrid, y que aún no he podido mostrar a mi compañero de viaje.

Tras la visita al Barrio de Conde Duque y después de haber leído la entrada de Eva en su blog empecé a leerme "El corazón helado" de Almudena Grandes, porque su protagonista, Raquel vivía en él. Lo he terminado hace unos días y me ha encantado.




6 comentarios:

  1. madre mía, cuántas cosas, sí que os cundió. me apunto unas cuantas recomendaciones, y lo de las croquetas :)
    de acuerdo, para la siguiente visita nos organizamos :)
    un beso

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  2. Me encanta Aranjuez, tengo una amiga allí y me he quedado varias veces y es toda una gozada pasear por allí

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    1. Si es que otros defectos sí, pero el mal gusto a la hora de elegir sus residencias no es uno de los que acompañan a nuestros monarcas. Me encantó.

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  3. Perdón por el retraso, pero estoy de vacaciones en el norte, bastante desconectada. Ya sabía que no habíais perdido el tiempo pero después de leer tu post he llegado a la conclusión de que vuestras vacaciones han sido estupendisimas. A mí me encantó conocernos y estoy segura de que volveremos a coincidir muchas veces más, llamadme cuando vengáis por Madrid y me esforzaré en recomendaros algún otro sitio bonito y desconocido. Ah, y como te ha gustado tanto el Corazón Helado ya sabes lo que toca no? Tus impresiones en forma de post ;)

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  4. Huy, que con esto del lío de las vacaciones se me había pasado esta entrada antigua, con lo jugosa que me ha resultado. La verdad es que os cundieron los días en Madrid muchísimo, aunque a ver si para la próxima le puedes enseñar a tu costillo el Parque del Capricho, que desde luego merece la pena aunque tengas que irte a la otra punta de la ciudad... Y bueno, que habrá que verse otra vez porque entre otras cosas no llegamos a rematar en Desigual; hay que comprarse un vestido, jajajaja.

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